Cinco de la tarde hora local del 12 de enero del 2010, Haití tiembla, la población está desesperada, de pronto entre escombros y con miles de muertos en las calles. 12 de enero del 2011, apenas ha cambiado nada. Un año después del terrible terremoto que dejó cerca de 300.000 muertos y 1,5 millones de personas sin hogar, Haití se pregunta qué está pasando, por qué la masiva ayuda internacional de entonces y que sigue llegando hoy no se ve reflejada en la reconstrucción del país. La respuesta desde Extremadura es muy clara: "No hay gobierno, no existe país, lo que provoca que no haya un diseño para reconstruir Haití". Son palabras de Juan Manuel Rodríguez Tabares, director de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aexcid), que tienen tres proyectos en ese país y que ha enviado ayuda por valor de 400.000 euros a la zona, sobre todo para garantizar alimentos y agua potable a los ciudadanos. Además, espera que a lo largo de estos primeros meses del año se pongan en marcha alguno de los dos proyectos en común con las cajas extremeñas, la construcción de un hospital y actuaciones en la zona fronteriza, ambos por un montante de 1,5 millones de euros.

"Hay dinero, pero no hay gobierno ni un diseño para reconstruir el país y eso lo está pagando el pueblo haitiano", comenta. Además, hay un problema añadido, insiste, y es que "todo el mundo habla de coordinación, pero todos quieren tener el rol de la coordinación y nadie quiere ser coordinado". Para generar cambios, argumenta, se necesita "una estrategia, dinero, una estructura de decisión y alguien que maneje la dirección", pero el problema es esa falta de gobierno en Haití. En este sentido, apuesta por hacer un ejecutivo del que formen parte "Naciones Unidas, la Unión Europea y el pueblo haitiano", porque "los donantes no podemos consentir que no haya gobierno".

Este grave problema no lo ha tenido esta institución extremeña en ningún otro sitio en el que han prestado ayuda, comenta, "y la situación en Haití no nos deja dormir en muchas ocasiones". En todo caso, matiza, "nuestros proyectos van hacia adelante".

Lucha contra el cólera

Pese a esas dificultades, también se están realizando los proyectos de Cruz Roja en la zona. Desde esta organización en Extremadura se ha enviado ayuda por valor de más de 300.000 euros; incluso el pasado mes pasado enviaron suero para contener las epidemias de cólera. El portavoz de Cruz Roja en Extremadura, Jesús López Santana, destaca también que 80.000 personas tienen agua, y ya se han habilitado un millar de alojamientos progresivos. "La población extremeña es solidaria, y hay una labor callada y anónima que es fundamental", destaca. En este sentido, recuerda que la primera respuesta tras el terremoto se dio desde Extremadura, ya que "seis horas después de la sacudida la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional envió una unidad de telecomunicaciones".

En todo caso, reitera que la situación "es complicada", y la capacidad de respuesta de las organizaciones humanitarias se ve mermada por cuestiones como la inestabilidad política de la zona o los continuos desastres naturales que se producen. Sin embargo, matiza, "estamos avanzando de forma adecuada, aunque el proceso es lento y no vamos a cejar en el empeño".

También esperanzado, aunque decepcionado se muestra Juan José Domínguez, médico traumatólogo cacereño que trabajó en la zona durante varios días ayudando sobre todo a personas que habían sufrido amputaciones. Su mente sigue puesta allí un año después, incluso tenía comprado el billete para viajar el pasado 10 de noviembre, pero finalmente no pudo ir y cambió el viaje por Senegal para ayudar también a personas desfavorecidas. "Quiero volver a ir a Haití porque tengo un proyecto para hacer una cooperativa para poner prótesis a las personas que lo necesiten, pero creo que me moriré y no cumpliré el proyecto", comenta resignado.

Y es que, un año después "la situación está igual o peor, y los haitianos se han creado una desconfianza en torno a que se les iba a ayudar". El problema, está en que "allí no hay gobierno ni hay nada", y se pregunta "dónde está tantísimo dinero como se ha mandado allí".