"Somos un pueblo sano". Así se definen en Carcaboso sus vecinos después de saber que su municipio se ha convertido en el primer lugar de Extremadura que ha sido declarado Libre de Transgénicos. El alcalde regionalista, Alberto Cañedo, y uno de los impulsores de esta sana iniciativa, ha logrado introducir un nuevo sistema de cultivo totalmente natural en el que no tiene cabida ningún elemento externo. Una declaración apoyada por Ecologistas en Acción y aprobada por el ayuntamiento en Junta de Gobierno Local. "La declaración implica el compromiso del consistorio de informar y asesorar sobre los peligros que entraña el cultivo de transgénicos, así como de alternativas a los mismos", explica Cañedo.

Además, de forma paralela, el ayuntamiento, que está integrado en la Plataforma Extremeña Contra Los Transgénicos (PECT) -constituida por más de 25 organizaciones españolas- ha abierto un Centro Agroecológico Demostrativo donde se cultiva y experimentan técnicas agroecológicas, libres de transgénicos. Unos alimentos más saludables, una mayor integración con el medio ambiente y más independencia para el agricultor a la hora de decidir qué productos planta son algunas de las ventajas que aporta este nuevo método que nada tiene que ver con la agricultura de los años 80 y 90. "La semilla transgénica es una amenaza para el agricultor, además de por sus efectos nocivos para la salud, te obliga a depender de la casa comercial que te la vende" puntualiza el alcalde. "Cultivando semillas tradicionales los agricultores son más independientes, pues pueden recoger su propias semillas para utilizarlas en años venideros" añade.

Quienes ya han experimentado este sistema son los 15 alumnos desempleados que se inscribieron hace tres meses en el Curso del Plan FIP para formar a Productores de Planta Hortícola. Sin embargo, si esta acción formativa pretendía enseñar una agricultura donde primaban los productos químicos, desde el Ayuntamiento de Carcaboso se apostó por todo lo contrario. "Le dimos la vuelta al curso y lo enfocamos hacia la agricultura ecológica", señala el alcalde empujado quizás por su formación como técnico agrícola y su deseo por erradicar una tradición y una manera de pensar, según él, "menos sana".

"Extremadura es una de las mayores productoras de maíz transgénico y, sin embargo, variedades que se cultivan aquí están prohibidas en Francia, en España vamos a remolque de la Unión Europea", subrayó Cañedo que ha recibido las felicitaciones de Ecologistas en Acción cuyos representantes además han aprovechado para recordar que los transgénicos ni mejoran el rendimiento de los cultivos, ni su calidad, ni la del medio ambiente.

Erradicar lo adulterado

Javier y Andrés Núñez son dos de la decena de agricultores que ya han apostado por este nuevo modelo de cultivo. Ambos no han dudado en evitar cualquier agente externo que altere sus cosechas, aunque confiesan que lo de transgénicos aún les suena poco familiar. "Esa palabra no me suena, no sé lo que es, solo sé que mi huerto es un huerto sano", comenta Javier mientras observa en su granja de Valderrosas --pedanía de Carcaboso-- las lechugas, acelgas y fresas que pronto tendrá sobre su mesa para comer. "Al huerto ya no le echo nada de insecticidas, ni nitrato, ni herbicidas, lo único que le echo es estiércol de ganado, es todo más natural y al final los productos tienen mejor color y sabor", añade. Mientras, Andrés, que lleva 40 años inmerso en la agricultura, también le cuesta nombrar la palabra transgénico, pero eso no ha impedido que con sus cultivos totalmente naturales haya puesto su granito de arena para convertir a Carcaboso en uno de los 4.500 municipios de toda la Unión Europea que cultiva sin transgénicos.