El dispositivo disuasor de nidificación que más resultado está ofreciendo a Iberdrola son los tejadillos de chapa, pero tampoco es eficaz al 100%. Según la compañía, al menos el 30% de los apoyos de los que se retira el nido y se coloca un disuasor vuelven a ser ocupados por cigüeñas al año siguiente. "Se llevan probando sistemas muchos años y el problema es que hay muchas cigüeñas". Los problemas están asegurados en las líneas próximas o que son zonas de paso hacia vertederos, donde estas aves se concentran.

Todas las nuevas líneas eléctricas de nueva construcción traen ya los disuasores incorporados como si de una pieza más de la estructura se tratara. Tanto Endesa como Iberdrola tienen acuerdos para ello con Imedexsa, una empresa de Casar de Cáceres dedicada a la fabricación de estos apoyos metálicos. Pero un problema añadido es el peso que ejercen tanto los nidos como los sistemas disuasorios. "Esto supone una carga para el apoyo y puede reducir su seguridad", sobre todo en los postes más ligeros, explica Díaz Mancha, para quien "hay que estudiar bien cada sistema porque no existe uno estándar".

Nidos de 500 kilos

Los nidos pueden llegar a pesar en casos excepcionales hasta 500 kilos y esto hace muy vulnerable el tendido eléctrico al fuerte viento. En muchas ocasiones, los operarios de las compañías han comprobado en directo la eficacia del sistema colocado en un apoyo y la reacción de las cigüeñas ante los tejadillos de chapa o los pinchos metálicos. Estas pruebas se concentran en los meses de enero y febrero, que es la época de nidificación.

El tiempo corre en contra de estas aves, que desisten de anidar en un apoyo a medida que se va acabando el periodo para ello, por lo que buscan otro lugar. Por contra, hay apoyos en los que se concentran varios nidos que pueden suponer unos 800 kilos para la estructura.

La cigüeña blanca (ciconia ) es un elemento habitual del paisaje extremeño, aunque su censo ha tomado unas proporciones importantes. Es una especie protegida. Los individuos pueden oscilar entre 2,5 y 4,5 kilos de peso, unos dos metros de envergadura alar y de 1 a 1,5 metros de altura en el caso de los adultos.

Este ave realiza una puesta anual en el mes de febrero que, tras 33 o 34 días de incubación, da lugar a de uno a seis pollos. Migran en el mes de julio, si bien cada vez es más frecuente que se queden todo el año.