Cerca de 200 empresas agrarias y agricultores de la región se han inscrito ya en el registro que les habilita para vender sus productos a domicilio. El dato lo ha facilitado la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, que destaca que este directorio «sigue incrementando su oferta».

Este listado recoge información de pequeñas empresas, cooperativas y profesionales autónomos con actividad agroganadera en Extremadura que comercializan productos de calidad como carne, quesos, frutas, hortalizas, miel, vino y otras bebidas, aceite, pan, bollería o huevos.

El registro puede consultarse a través de la web de la consejería y en la misma dirección se puede descargar el formulario para nuevas incorporaciones, «con el objeto de seguir aumentando la oferta disponible y potenciar la comercialización a domicilio de alimentos extremeños», indican desde el departamento que dirige Begoña García Bernal.

Cabe destacar que la Consejería de Agricultura ha aprobado recientemente un decreto que permite a los productores vender sus productos de forma directa al consumidor, sin intermediarios. El paso inicial es que estén inscritos en este registro, y la venta se puede hacer tanto a domicilio, como directamente en las explotaciones o pequeñas tiendas locales. Los profesionales agrarios se beneficiarán de mejores precios y el consumidor podrá adquirir alimentos frescos y de temporada. Eso sí, la venta ambulante seguirá estando prohibida y tampoco podrán acogerse los productos obtenidos en las matanzas domésticas.

Se podrán vender prácticamente todo tipo de productos agrarios, excepto la leche cruda y los moluscos bivalvos vivos, con un tope de kilos al año: aceitunas (4.000 kilos al año), cereales (10.000), legumbres (2.500), bayas (6.000), fruta de hueso (5.000 kilos al año por especie de secano y 15.000 de regadío, excepto las ciruelas que podrán llegar a 30.000), hortalizas (15.000 kilos si son de exterior y 25.000 de invernadero), plantas aromáticas (2.000 por especie cultivada), setas (12.000), caracoles (2.500), huevos (12.000 unidades al año), jalea real (10 kilos/año), miel (3.000) e incluso polen (450 kilos/año).

El objetivo de esta nueva norma es aumentar la renta de los agricultores y diversificar sus fuentes de ingresos, ya que esa venta directa se hará a un precio «presumiblemente mayor» del que se paga a la industria transformadora. Los productores deberán llevar un sistema de registro básico de venta que deberá incluir al menos el producto y la cantidad suministrada, la fecha y el lugar de suministro. Los productores también deberán tener sus propios sistemas de autocontrol de la seguridad alimentaria y comunicar a la Dirección General de Agricultura y Ganadería el inicio y cese de la actividad de venta.

Ya durante el confinamiento, 162 empresas inscritas en este registro pusieron en marcha un proyecto piloto para distribuir a domicilio, bajo pedido telefónico, hasta 34 productos diferentes.