El precio del barril de Brent, el de referencia en Europa, llegó a caer este lunes por debajo de la barrera de los 28 dólares, marcando su nivel más bajo desde noviembre del 2003. El crudo ha perdido cerca de un 75% de su valor desde junio del 2014 y más del 20% desde que comenzó el 2016. El desplome ha sido de tal magnitud que, por mucho que haya vuelto a cumplirse --que lo ha hecho-- lo que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) define como efecto cohete-pluma (el que consiste en que los carburantes responden con mucha mayor intensidad al alza cuando el crudo se encarece que al contrario), el descenso de los precios del gasóleo en las estaciones de servicio españolas está siendo más que significativo.

El Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio de Industria muestra que en la práctica totalidad de las estaciones de servicio extremeñas el gasóleo A se vende ya por debajo del euro. Y 68 de ellas (cerca del 20% de un total de 371 gasolineras) han traspasado la frontera de los noventa céntimos. De acuerdo a estos mismos datos, la mayoría de ellos tomados ayer o el lunes pasado, dos de los tres puntos de venta con el diésel más barato de la región se encuentran en la misma ciudad: Almendralejo. Se trata de las estaciones de E.Leclerc (0,8 euros por litro) y de Shell (0,809 euros). Entre medias, está una en Almoharín con el combustible a 0,805 euros por litro, si bien en ella la venta está restringida a cooperativistas. En la provincia de Cáceres la siguiente estación más barata es la de Campsa en Jaraíz de la Vera (0,845 euros) que, esta sí, es de acceso para el público en general. En la región aparecen únicamente tres surtidores con el precio superior a un euro. No obstante, en este caso se trata de datos de hace más de una semana, con lo que lo previsible es que ya haya bajado.

El precio medio del gasóleo (promedio de los precios en la estaciones de servicio, no de las cantidades vendidas) se sitúa en Extremadura en 0,936 euros. Hace un año, era 16 céntimos más caro, 1,093 euros. Si la comparación se establece con enero del 2014, la brecha es de más de cuarenta céntimos (un 30%, desde los 1,349 euros que costaba entonces). Eso se traduce en que, para un coche con un depósito medio de 55 litros, llenarlo ha pasado de costar 74 euros a 51,5.

Por provincias, la mayor parte de los surtidores más baratos están en la de Badajoz, con 57 por debajo de los ochenta céntimos, por solo once que están en la de Cáceres. No obstante, el precio medio en ambas es muy similar (0,933 y 0,941 euros, respectivamente).

MAS CONSUMO "Nuestro margen sigue siendo el mismo, toda la bajada se le traslada al cliente", precisa Fernando Mena del Pueyo, presidente de la Asociación Regional de Empresarios de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex). Eso sí, con precios bajos el consumo aumenta, por lo que esta situación "beneficia a todos", incide. Mena no cree que los precios vayan a caer mucho más de su nivel actual, aunque, eso sí, considera que van a mantenerse bajos "durante bastante tiempo".

En Extremadura los vehículos diésel representan más del 60% del total del parque de turismos. Una proporción que va al alza, una vez que entre las nuevas matriculaciones la media es mayor, rondando el 70%. Así que se puede decir que la mayor parte de los conductores de la región se están beneficiando de la caída de precios, pero ¿qué ocurre con el resto, quienes tienen un vehículo de gasolina? El precio medio en este caso se sitúa en 1,10 euros, no muy por debajo del de hace un año (1,14 euros), y el descenso respecto a hace dos años es también bastante inferior (del 20%, desde 1,39 euros).

"El mercado del gasóleo y de la gasolina son diferentes", explica Mena. Y en el primero de ellos el exceso de oferta es muy superior. Entre otras cuestiones, porque las refinerías han adaptado en los últimos años su capacidad de producción a la dieselización del parque y porque el descenso de la demanda de este carburante ha sido en los últimos meses, por razones económicas y climatológicas, de mayor entidad. Factores a los que se suma que el componente fiscal en España es más importante en la gasolina.