Cuarenta y ocho horas después, la pérdida de miles de jornales y la muerte de cientos de árboles frutales son probablemente las consecuencias más irreparables del temporal que azotó buena parte de la comarca de Vegas Altas el pasado miércoles, 6 de julio.

Mientras los expertos en peritajes de Agroseguros trabajan estos días a destajo visitando las parcelas afectadas, el desastre penetra en forma de pérdida de empleo en muchos hogares no solamente de esta comarca, sino de poblaciones de secano de La Serena, parte de cuyos vecinos "emigran" en época de recolección a coger fruta a Villanueva y Don Benito diariamente en sus coches. Aunque parte de sus peonadas están seguras en otras plantaciones que no han resultado dañadas, muchos jornaleros verán mermados unos ingresos vitales para sus respectivas economías familiares. Habrá impacto negativo no solamente en la recolección, debido a toda la fruta tirada en el suelo que no se va a poder recoger, sino en las centrales hortofrutícolas que van a recepcionar menos producto y por consiguiente necesitarán puntualmente menos personal. Todo un drama para muchas familias.

En la 'Zona Cero' del temporal de agua, viento y granizo, el panorama es dantesco en estos días: maizales tronchados, tomateras arrancadas, melonares volteados, con frutos en algunos casos agujereados (pese a su dureza), inservibles, y en otros casos al desnudo frente a un sol que puede terminar de rematarlos. Ayer el trabajo era intenso, tratando de arropar nuevamente sandías y melones con las hojas de sus matas, volteadas, para proporcionarles sombra y poder salvarlos.

Con tomateras y maizales poco se puede hacer salvo encomendarse al seguro. En cuanto a los frutales, asumida ya la pérdida de la cosecha, las labores se centran estos días en poder salvar los árboles. En algunas plantaciones, intensa actividad ayer en la aplicación de curas a los frutales. Eso en el mejor de los casos, porque en el peor el temporal ha dañado los vasos nutrientes de los árboles y probablemente mueran; lo que implicará su sustitución por unos nuevos y será necesario un periodo de varios años hasta que estos ejemplares proporcionen sus primeros frutos.

"Esto es una catástrofe. Llevo más de treinta años trabajando en esto y nunca había visto nada igual", se lamenta Jacinto Martín-Mora, tractorista que trabaja en una explotación de frutales. Ayer tenía mucho trabajo aplicando fungicidas a ciruelos en la zona de Las Arenas, en Don Benito.

Las repercusiones en las economías modestas pueden ser de tal calibre que algunos alcaldes de la comarca, como por ejemplo el de Ruecas (entidad local menor dependiente de Don Benito), Antonio Aguilera, sugerían ayer que se contemple por parte de las administraciones competentes planes de empleo. El propósito sería atenuar el impacto que va a producir en muchas familias la falta de peonadas.

Otro primer edil, el de Don Benito, José Luis Quintana, se ha lamentado de la influencia que los efectos del temporal va a tener en la economía local. "Para algunos dombenitenses la campaña agrícola de este 2016 acabó el 6 de julio".

Desde el ámbito político y agrario no han cesado los comunicados. El Partido Popular de Villanueva de la Serena ha manifestado su apoyo y solidaridad con los agricultores afectados y solicita que desde la Junta de Extremadura haya una declaración de zona catastrófica.

Apag Extremadura Asaja muestra su preocupación por las miles de hectáreas afectadas y pide a la Junta que tenga establecidas líneas de actuación para paliar los perjuicios.

Si hay una curiosidad que nos dejan estos fenómenos tormentosos de esta semana es su virulencia y su radio de acción tan localizado. Tanto es así que mientras el casco urbano de Villanueva de la Serena sufría inundaciones, a solo cinco kilómetros, en el casco urbano de Don Benito no caía apenas una gota.

El alcalde de Villanueva, Miguel Angel Gallardo, destaca que no hubiera ninguna desgracia personal, al tiempo que aplaude el trabajo desarrollado por Protección Civil, Policía Local, Bomberos y servicios municipales varios. Todo ello para que Villanueva recobrase a las pocas horas la normalidad.