Los socios de Caval vuelven a estar al límite. El acuerdo alcanzado con los bancos no termina de cerrarse y la falta de liquidez de la cooperativa amenaza con llevarse por delante la próxima cosecha. Mientras, la situación económica de las familias es cada vez más precaria. Tanto, que el ayuntamiento de Valdelacalzada ha establecido un Plan Especial de Apoyo a las Familias (Peaf) para ayudarles a cubrir los gastos corrientes de agua, luz, seguridad social e incluso, comida.

La campaña de fruta (ciruelas y nectarinas) de este año comenzará dentro de unos 20 días y si los agricultores no reciben las inversiones necesarias para abonos, curas y mano de obra, no podrán sacarla adelante. Según explica Benjamín López, socio de la cooperativa, "ni desde los bancos ni desde la Junta se da solución alguna".

Los agricultores, tal y como se acordó hace ya casi dos meses con los bancos, están dispuestos a responder por la deuda y a renunciar al 30% de los beneficios de la campaña del 2009 (que aún no han cobrado), pero para ello, necesitan trabajar y sacar adelante su campaña, lo que no podrán hacer si no reciben liquidez urgentemente. "Los bancos nos han dicho que nos ayudarán, pero esa ayuda tiene que venir ya, antes del 20 de abril, porque después se habrán perdido las cosechas y no habrá nada que hacer", afirma López.

Como mínimo, necesitan entre 4.000 y 5.000 euros por hectárea para pagar los sueldos de sus trabajadores, cubrir los gastos de productos fitosanitarios y mantener en funcionamiento a la maquinaria.

Los socios ya han intentado conseguir ese dinero por su cuenta sin resultados. El principal impedimento, según informa Casimiro Cuervo, otro de los agricultores afectados, es que sus nombres figuran en el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI), un fichero de morosos que los bancos consultan antes de conceder un préstamo. "En cuanto entras y dices que eres de Caval, ya directamente te niegan el crédito", afirma Cuervo. "Y claro, los proveedores de la cooperativa tampoco nos sirven nada, porque también se les debe dinero", comenta el agricultor.

Ante esta situación, la junta rectora de Caval no ha querido hacer declaraciones porque todavía se encuentra en fase de negociación con los bancos para tratar de cerrar definitivamente el acuerdo.

PLAN DE AYUDA A los problemas actuales y a las deudas que tienen que pagar se suma el hecho de que los agricultores ya llevan dos años sin percibir ingresos. Para poder subsistir, han tenido que pedir ayuda a sus familiares y al propio ayuntamiento. Por ello, el alcalde de Valdelacalzada, Pedro Noriega, ha decidido poner en marcha un plan especial de apoyo económico que se empezará a aplicar después de Semana Santa. En el mismo, se contemplan subvenciones para "cosas justificados": comestibles, seguridad social o gastos corrientes.

Para financiar la iniciativa, según explicó Noriega, el ayuntamiento ha optado por reducir las partidas presupuestarias "que no afectan al día a día", como la de festejos. Así, "el día 27 de abril, que es fiesta local, no habrá grandes celebraciones, y en la feria de octubre, en lugar de soltar tres vaquillas como todos los años, solo se soltará una", afirmó.

Pero el plan no se aplicará solamente a los socios de Caval, porque "en Valdelacalzada, Caval es todo". Al dejar de trabajar la cooperativa, también se ha parado la central hortofrutícola en la que se empleaban la mayoría de las mujeres del pueblo y los que antes encontraban trabajo en las campañas, ahora están en paro. "Yo creo que las entidades financieras no son conscientes de la situación de las familias y no ven que el dinero se necesita ya, ahora", concluye el alcalde.