La Central Nuclear de Almaraz (CNA) invertirá a lo largo de este año 63 millones de euros en modificaciones de diseño y equipos, según avanza su director, José María Bernaldo de Quirós.

Parte de ese dinero se dedicará a cumplir con las exigencias marcadas por la Unión Europea a raíz del accidente nuclear de Fukushima.

Bernaldo de Quirós explica que durante la última recarga de combustible de la Unidad I, que finalizó el 10 de enero, se implementaron en esta unidad casi todas las modificaciones planteadas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el marco de los test de estrés.

Esas mismas modificaciones se realizarán también en la Unidad II durante la próxima recarga de combustible, que comenzará a mediados de octubre.

Entre esos cambios, destacan las conexiones con equipos portátiles para poder hacer frente a pérdidas de energía eléctrica en la instalación y la ampliación de toda la red de drenaje controlado.

Bernando de Quirós repasa la actualidad de la planta almaraceña y resume su funcionamiento a lo largo de 2012, un año en el que la producción fue menor debido a la realización de dos recargas de combustible.

Por ese motivo, la producción eléctrica fue ligeramente inferior a la del año anterior, cifrándose la producción bruta de los dos reactores extremeños en 15.626,5 millones de kilovatios-hora (kWh) en 2012 por los 15.849 millones de 2011.

La Unidad I alcanzó una producción bruta de 7.647 millones de kWh y la II llegó a los 7.979,5 millones.

El año 2012 tuvo como aspecto más destacado la puesta en marcha de la nuevas Torres de Refrigeración de Enfriamiento del Vertido de Arrocampo (TEVA) con las que se consigue rebajar la temperatura de las aguas del embalse de refrigeración de la central en los meses más calurosos.

Bernaldo de Quirós también se menciona a los problemas surgidos al inicio de este año con la excitatriz de la Unidad I, que generó tres paradas no programadas del reactor y que tuvo que ser finalmente sustituida por otra.

En este sentido, el director de CNA reconoce que la sustitución de la excitatriz fue "un trabajo complejo" que requirió 20 días.

En la actualidad, se encuentra en Orlando (Estados Unidos), lugar de fabricación, donde se ha desmontado y se está analizando.

Bernaldo de Quirós señala que la central extremeña confía en prolongar su funcionamiento más allá de su vida útil, ya que para ello se están haciendo importantes inversiones que carecerían de sentido de no seguir funcionando la instalación más allá de 2020.

Además, se muestra orgulloso por el nuevo Centro de Formación de la instalación nuclear, que ya ha empezado a funcionar, "aunque no a pleno rendimiento".

También ha sido remodelado el Centro de Información de la instalación nuclear que ha adaptado su contenido museístico.

El director de la planta almaraceña ha avanzado que la próxima recarga de la Unidad II comenzará a mediados de octubre, se prolongará durante 54 días y costará algo más de 20 millones de euros.

En ella, se adaptará la unidad a las exigencias surgidas a raíz del accidente de Fukushima, tal y como se hizo con la Unidad I, y se realizarán algunas modificaciones relacionadas con la autorización de la explotación, entre las que cabe citar la instalación de los nuevos paneles de parada remota.