«Finca particular. Prohibido el paso. Este no es el acceso público al ‘Dolmen de Valdecañas’», así reza el cartel que cuelga de una valla en un terreno cercano al pantano. Los dueños lo han colocado para evitar el trasiego de visitantes que están teniendo en las últimas semanas: son turistas que quieren apreciar de cerca el nuevo hallazgo extremeño que salió a luz debido a la sequía del embalse de Valdecañas.

El dolmen de Guadalperal, como se le conoce, se ha convertido en un gran atractivo y son numerosos los viajeros que acuden a la zona.

Una de las maneras de acceder al lugar es a través de la citada finca, cuyos propietarios ha decidido tomar medidas para evitar que los turistas salten la valla y entren en su parcela, como está ocurriendo actualmente (y sigue ocurriendo a pesar de la advertencia). Lo cierto es que para llegar, el sistema GPS indica un carril al final del cual aparece esa puerta cerrada.

A dar la vuelta

Ya han sido decenas de viajeros los que han tenido que darse la vuelta con su coche al toparse con este muro y el cartel.

No obstante, hay otra manera de poder ver de cerca el dolmen de Guadalperal, a través de barcas de particulares que han empezado a hacer negocio con este nuevo atractivo turístico. Las barcas salen de la localidad de Berrocalejo y de la propia isla de Valdecañas.

¿Qué va a pasar ahora? ¿Se actuará antes de que el agua vuelve a cubrir el pantano? Los vecinos de la zona ya se han mostrado partidarios de que la Junta de Extremadura actúe y rescate este dolmen megalítico con más de cinco mil años de historia.

Las dimensiones son llamativas: 26 metros de diámetro. Y consta de 144 menhires, trece de ellos de gran tamaño; se calcula que la piedra fue traída desde una distancia de al menos cinco kilómetros, lo que demuestra un gran sentido de organización en la época.

Ya hay en marcha una campaña, promovida por la asociación Raíces de Peraleda, para que se recupere y se ponga en valor un dolmen único en el sur de Europa.

La realidad es que la sequía ha dejado al descubierto un patrimonio milenario.