Si ´Los señores del acero´ sorprende por su violencia es, al principio, por desconocimiento de su director. Cuando la estrena, Paul Verhoeven no era aún conocido. Lo sería tras pisar suelo estadounidense y estrenar ´Desafío total´ y, sobre todo, ´Instinto básico´. A mediados de los 80 el holandés gozaba de más libertad que en el mundo de censuras cinematográfica de Hollywood. Ello le permitió realizar esta película violenta y de fuerte carga sexual (´Carne y sangre´, según su título original), rodada parcialmente en Extremadura. Y este es el motivo de su proyección en la Filmoteca extremeña. ´Los señores del acero´ abre hoy un ciclo, ´Películas de archivo´, dedicado a los profesionales y a los paisajes de la región. Si el paisaje es el Cáceres medieval y el profesional es un incipiente Reyes Abades, al frente de los efectos especiales. Era su décima película y por delante le quedaban, hasta ahora, 180. El filme narra la historia de una banda de mercenarios que se venga de un noble decidido a no pagarles por el secuestro de la prometida de su hijo.