La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente será el organismo encargado de controlar la condicionalidad en Extremadura, según aprobó ayer el Consejo de Gobierno.

Esta figura consiste en que las ayudas agrarias de la PAC quedarán subordinadas al cumplimiento de normas relativas a las tierras, producción y actividad agrarias, relacionadas con cuestiones medioambientales, de seguridad alimentaria, y salud y bienestar de los animales.

En el caso de que un agricultor incumpla los requisitos marcados, podrá ver reducidas, incluso perder completamente, las ayudas.

La condicionalidad en las ayudas directas se establece en un reglamento de la UE, que también indica que serán los Estados quienes determinen qué organismo realizará el control, que debe efectuarse sobre, al menos, el 1% de los perceptores.

En España, el Gobierno delegó en las regiones la elección de dichos organismos, y en Extremadura, tras una consulta con las organizaciones profesionales agrarias, se ha decidido que sea la consejería la que lleve a cabo la labor.

La intención es que el organismo de control logre una homogeneidad de criterio y la optimización de los recursos.