«Su función cardíaca está muy bien. Sigue hospitalizada, entubada, pero está comiendo y evoluciona favorablemente, y eso es muy importante». Habla Manuela Camino, jefa de la Unidad de Trasplante Cardíaco del hospital madrileño Gregorio Marañón y parte del equipo que ha hecho posible que el corazón de Carla avance. Esta bebé extremeña de algo más de cinco meses se ha convertido en la gran esperanza. Para otros niños de menos de un año como ella y para el equipo médico que la ha tratado, que ha visto cómo el programa que llevan preparando desde el año 2015 ha logrado un resultado satisfactorio y abre la puerta a nuevos retos médicos.

Carla es el primer bebé de España en recibir un trasplante cardíaco infantil no compatible con su sangre. Este proceso es posible porque los niños nacen sin anticuerpos frente al grupo sanguíneo y se mantienen en niveles bajos hasta los 12-15 meses.

Manuela Camino explica cómo ha sido el proceso: «Todavía embarazada la mamá fue derivada (desde el hospital Infanta Cristina de Badajoz) hasta nuestro centro porque está especializado en malformaciones cardíacas. Dentro de la mamá el bebé está estable, crece y gana peso, pero en el momento que sale al exterior se tiene que enfrentar a la vida, entonces se inestabiliza y empieza a no funcionar bien. Por eso es muy importante nacer en el hospital que te va a tratar después, para que haya el máximo control».

Carla vino al mundo y fue automáticamente incluida en la lista de trasplantes. Pero en ese momento todavía no estaba activado el programa de corazón incompatible. Se hizo a partir del mes de noviembre, cuando el equipo se encontraba preparado, y en ese momento se multiplicaron las posibilidades para ella.

La intervención quirúrgica se hizo el pasado 9 de enero, a los cinco meses de vida y con cinco kilos de peso. El equipo médico consiguió la implantación con un tiempo de isquemia (corazón parado) de menos de 4 horas (230 minutos), lo que permitió que el órgano trasplantado tuviese una función excelente.

Mucha satisfacción

Camino habla de éxito y gran satisfacción. «Como la pediatría ha mejorado mucho, no existen donantes tan pequeños. Los pocos que hay evidentemente tenemos que aprovecharlos como sea, todo lo posible». «Acortar el tiempo de espera -continúa la doctora- es lo fundamental, y con esta nueva técnica el único requisito era que el corazón tuviera un peso compatible con el tamaño de la niña».

«Esto es la culminación de un trabajo muy planificado», añade con entusiasmo. Y destaca que la coordinación ha sido primordial.

Gracias a este procedimiento se podría aumentar en un 50% el número de trasplantes de corazón en menores de un año y reducir así las listas de espera de forma significativa.

Con esta operación calificada desde el primer momento de hito histórico, España se ha convertido en el tercer país de Europa en llevar a cabo este tipo de intervenciones. Se han hecho ya unas 300 en todo el mundo.

La historia de Carla -cuyos padres aún prefieren permanecer en el anonimato- significa esperanza y oxígeno para bebés como ella y sus familias.