La inquietud por profundizar en la primera causa de muerte en Extremadura, las enfermedades cardiovasculares, les llevó a desarrollar un proyecto de gran magnitud: el primer estudio poblacional de factores de riesgo cardiovascular, el denominado Hermex. Esta investigación, aún en marcha, ha derivado en un grupo investigador multidisciplinar llamado Grimex, formado por 20 profesionales sanitarios en su mayor parte del área de salud de Don Benito y Villanueva de la Serena.

Como grupo emergente, Grimex ha logrado una beca de cuatro años concedida por el Ministerio de Sanidad y Consumo a través del Instituto Carlos III para el desarrollo de investigación cardiovascular. Hermex surgió a mediados del año 2005, cuando los doctores Daniel Fernández-Bergés y Francisco Javier Félix Redondo realizaron un llamamiento alrededor de esta propuesta de investigación al que poco a poco se fueron sumando profesionales sanitarios.

Grimex es un grupo con mucho corazón porque a Hermex, que también coordina Francisco Javier Félix, se le han sumado tres líneas de trabajo. La más extremeña, a tenor de su denominación, es Castúo que dirige el propio Daniel Fernández Bergés. Un estudio de seguimiento de infartos de miocardio. En ella se presta atención a la morbimortalidad, estado funcional y calidad de vida del paciente tras el infarto, y tendencia de tratamientos médicos y quirúrgicos.

La tercera línea de trabajo está bajo la tutoría de Jacinto Espinosa denominada Cumplimiento Terapéutico y está orientada al estudio de la inercia clínica y el grado de cumplimiento del paciente. Finalmente, Luis Lozano dirige la parte Nuevas Tecnologías, que pretende evaluar la aplicación de estas en el ámbito del seguimiento del paciente con patología cardiovascular. En él está incluido el proyecto Meseas, del que ya se han iniciado los trabajos para aplicar un protocolo de seguimiento a domicilio de los pacientes con insuficiencia cardíaca, explorando tecnologías de última generación. Este último cuenta con la implicación, entre otros, los doctores Miguel Galán y Sergio Nijensohn.

LLEGA A VILLANUEVA El estudio Hermex, centrado en los usuarios del área de salud de Don Benito-Villanueva, es el que se encuentra en un estadio más avanzado de desarrollo. Consiste en el estudio epidemiológico para conocer qué factores de riesgo tiene la población de nuestra comunidad. Es pionero en la región pese a que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Extremadura. Su importancia radica en que será clave en el futuro para la prevención de las enfermedades del corazón.

Estudiarán a casi 3.000 personas elegidas al azar entre 25 y los 80 años a los que se les harán análisis de sangre, electrocardiograma, doppler, evaluación de la dieta personal, control de la tensión arterial, medidas antropométricas, un control de la actividad física, una encuesta sobre la calidad de vida y una valoración del nivel de ansiedad y estrés. Pruebas que se encargan de hacer las enfermeras Verónica Tejero y Ana Belén Hidalgo, y la técnico de laboratorio, Yolanda Morcillo. Se trata, en definitiva, de una revisión médica gratuita.

Son pruebas voluntarias, pero vitales porque de su participación dependerá el éxito del estudio. El día 23 llegarán a Villanueva de la Serena, localidad en la que han establecido su centro de trabajo. Han sido 1.006 personas a las que se ha convocado mediante una carta informativa y un recordatorio telefónico del que se encarga la técnico de apoyo a la investigación Paula Alvarez-Palacios. Para Fernández Bergés, es imprescindible la asistencia porque "hay un porcentaje alto de gente que debemos reclutar para que los resultados sean fiables y en eso trabajamos mañana, tarde y noche".

El estudio no finalizará hasta que sean analizados los factores de riesgo que hacen que Extremadura tenga una mortalidad cardiovascular por encima de la media nacional; y que Badajoz supere a la provincia cacereña en mortalidad por ictus, cardiopatía isquémica e insuficiencia cardíaca. La investigación continuará con seguimientos periódicos a los participantes a lo largo del tiempo. "Vamos a saber muchas cosas que puedan servirnos en el futuro. Además tenemos un banco de sangre para hacer los estudios necesarios y saber el estado del metabolismo de lípidos (grasas), azúcares y otras muestras biológicas que servirán para planificar políticas sanitarias en el futuro".

No menos importante es el programa Castúo, que hace un seguimiento del infarto de miocardio en este área sanitaria desde 1992, año en el que llegó la cirugía cardíaca a la región y se abrió la UCI del hospital comarcal. Como señala su coordinador, el objetivo es "conocer las características epidemiológicas y clínicas, evolución, indicaciones diagnósticas, terapéuticas y su relación con la mortalidad precoz y tardía en los pacientes infartados".

En definitiva, un grupo, el Grimex, que vela por la salud de nuestro corazón.