Cristobal Martínez es uno de los tres socios de CAL S.L., empresa de albañilería de Almendralejo constituida hace dos años y con la que Procorsa tiene una deuda de 549.000 euros por los trabajos en 100 viviendas en Miajadas. "Pensamos que al estar la Junta de por medio esto no podía ocurrir. Creímos que era una garantía y que nos ayudaría a tapar los 130.000 euros que también nos debe Prointisa". La empresa llegó a tener 82 trabajadores. "Los hemos tenido que despedir, pagándoles todo para no involucrarlos a ellos y ahora el banco me está apretando a mí. Ya han tasado mi casa".