La diferencia de sueldo entre hombres y mujeres, esa discriminación que recibe el nombre de brecha salarial, provoca que, en Extremadura, ellas tengan que ejercer dos meses y medio más que ellos para ganar lo mismo. Dicho de otro modo: trabajar gratis unos 75 días anualmente. A nivel nacional, son 54 jornadas ‘extras’.

Es la critica que desde sindicatos como UGT y CCOO lanzan normalmente a mediados de octubre para explicar que justo desde ese momento la jornada laboral de las mujeres no está pagada si se comparan con sus compañeros. Un hecho que sigue alimentando una sociedad desigual.

En esta ecuación una de las claves fundamentales es que el empleo precario está en manos femeninas. ¿Qué significa? Qué los puestos peor pagados y con contratos más inestables o menores (con turnos de tres o cuatro horas al día, por ejemplo) los ocupan las mujeres en un 77,5% de los casos. Y la tendencia no cambia porque el mercado crece precisamente con ese tipo de puestos.

NO SOLO ES EL SALARIO

Pero la desigualdad laboral no solo se experimenta en función de los ingresos que llegan a final de mes. Otro dato relevante es la diferencia en el porcentaje de desempleo: en Extremadura el paro femenino, con una tasa del 30,11%, ya duplica al de los hombres, que se queda en el 16,48%. Huellas de una crisis que se ceba con los colectivos vulnerables. R.S.R.