Su idilio con el séptimo arte comenzó cuando tenía ocho años. Sus padres, cinéfilos confesos, no tenían con quién dejarle esa tarde y decidieron sentarle a ver 2001, Odisea en el espacio en una butaca junto a ellos. Stanley Kubrick fue un punto de inflexión para un entonces pueril David Garrido Bazán (Mérida, 1971). Ahora dirige de la Filmoteca de Extremadura desde hace casi medio año. Antes, el licenciado en Derecho por la UNED ya se había encargado de cultivar sus inquietudes en la crítica, en festivales, en la asociación cultural Cineclub Forum que fundó junto a Angel Briz en 2006 y en el Festival de Cine Inédito de Mérida.

--La filmoteca cuenta con cuatro sedes y programa una docena de filmes cada mes en días diferentes, ¿25.000 espectadores en un año es realmente un buen balance para la institución?

--Los números podrían ser mejores. Para ser sincero, esperaba más espectadores, pero yo no estoy aquí para competir con las salas comerciales. Conseguir números es fácil, pero la función de la filmoteca no solo es esa. Está para ofrecer un cine distinto. El objetivo es descubrir joyas al espectador.

--Tras su paso por el festival de cine inédito, ahora en su condición de director de la filmoteca, ¿incidirá en ese concepto en este cargo?

--Es cierto que el festival ayudó a corregir un reclamo histórico de los espectadores que se quejaban siempre de que muchas películas no se proyectaban en la Extremadura. Como consecuencia del festival, Cinesa colabora con ciclos de cine en versión original con buena acogida. Me gustaría que muchas ciudades extremeñas pudieran adoptar ese mismo modelo. Es complicado porque tienes que convencer de que el cine en versión original es rentable. Existe un sector del público que lo demanda. Yo soy optimista y creo que la versión original acabará normalizándose, es una seña irrenunciable del cine y poco a poco va calando.

--Y en ese sentido, ¿qué vertientes plantea estar al frente de la institución?

--Los jóvenes. Falta mucha gente joven. Es una de las obsesiones que yo tengo. Seguiremos incidiendo en el documental. Trabajamos con un sistema que yo llamo tres más uno. La propuesta es que tres películas se muevan en un mismo círculo.

--Es justo ese espectador joven el que excusa su ausencia en el cine en que es muy caro. En este caso, cada pase cuesta un euro, ¿cuál es la razón por la que no conecta?

--La media de edad sigue siendo bastante alta. La manera de consumir cine han cambiado. Tiene que ver con el uso de las nuevas tecnologías y la incapacidad para prestar atención. Creo que no existe mayor placer que desconectar y pasar dos horas delante de una pantalla grande.

--¿La filmoteca es una isla?

--Cuando uno piensa en filmoteca siempre piensa en cine de autor. La filmoteca es un templo del cine, el lenguaje es universal. Mi máxima aspiración es que la persona que entre, salga siendo alguien distinta.

--El catálogo Jara saca músculo a los creadores extremeños, ¿cómo encuentra el panorama audiovisual?

--En Extremadura tenemos excelentes profesionales en el ámbito audiovisual. Es verdad que carecemos de una industria como existe en otras regiones. Por nuestra parte hay un compromiso claro por poner en marcha ayudas a la producción para potenciar y fomentar el sector extremeño.