Más animación y mayor participación. El desfile de Carnaval celebrado ayer en la capital cacereña dejó mejor sabor de boca que años anteriores, pero siguió adolenciendo de la necesaria implicación del público, que superó con creces al número de participantes que completaron el recorrido desde Moctezuma a la plaza de toros a pesar del frío reinante.

Carrozas con drag-queen , esculturales brasileñas y, sobre todo, una nutrida representación juvenil dieron mayor brillo a la cita festiva en la que no faltaron las murgas y comparsas, entre las que destacaron por su vistosidad Ceres, Sabor Mangurino, el Jaleo, Parchilandia y Escándalo Joven.

El desfile, que se desarrolló sin incidencias destacables, ofreció también coches engalados para la ocasión, charangas y hasta un particular disfraz de Leoncia, la histórica vendedora de prensa cacereña. También se dejaron ver durante el recorrido una réplica de la pareja formada por Julián Muñoz e Isabel Pantoja.

La cita de ayer demostró que el Carnaval cacereño se mantiene vivo por el entusiasmo de la Federación de Agrupaciones Locales del Carnaval y el apoyo municipal, aunque es evidente la carencia en la participación directa de los ciudadanos. Prueba de ello eran los escasos disfraces entre el público, siempre de menores. Mientras, padres y abuelos comtemplaban el desfile como si de la cabalgata de Reyes se tratara. La conclusión es que el futuro depende de los jóvenes.