La falta de respeto por los límites de velocidad y la falta de atención. Esos son los principales problemas que padecen los conductores españoles cuando se sitúan al volante de sus vehículos, llegándose a convertir en ocasiones en auténticas bombas de relojería que circulan por la carretera.

El estudio del RACC es contundente: el exceso de velocidad en autovías y autopistas es el comportamiento negativo más habitual en las carreteras españolas. En total son más de 13 millones de conductores los que admiten que lo hacen de forma habitual. De hecho, es bastante normal (tercer error más común) ignorar los límites de velocidad para seguir el flujo del tráfico, algo que se produce de forma reiterada en el interior de las ciudades.

También hay un alto porcentaje de personas que reconocen que en muchas ocasiones olvidan dónde han dejado aparcado su vehículo, lo que, según este estudio, refleja la falta de atención que tenían en el último tramo del trayecto realizado.

También dentro de lo que se refiere a los despistes, éstos provocan que el conductor no aprecie las nuevas señales de tráfico que se han instalado en la vía por la que circula de forma habitual, lo que denota que conduce por inercia y sin prestar la debida atención. De hecho, esto mismo provoca equivocaciones a la hora de elegir una salida en una rotonda o en la autovía, obligando a dar un largo rodeo.

En la parte positiva, parece que los españoles no son unos conductores muy agresivos, aunque demasiadas veces se dejan llevar por su enfado y lanzan gestos e improperios a otros conductores, a los que también se castiga con el claxon. Por último, y éste sí es un error peligroso, un alto porcentaje de personas son conscientes de que a menudo no han valorado correctamente la distancia y la velocidad del vehículo que viene de frente durante un adelantamiento.