Agentes de la Policía Nacional detuvieron el miércoles en Almendralejo al promotor musical Agustín Tarazona, acusado de estafar al menos 137.500 euros a más de 5.500 personas con la organización de los conciertos de Joaquín Sabina y de José Mercé en Mérida, que nunca llegaron a celebrarse. También se le imputa un delito de denuncia falsa, según avanzó ayer la Delegación del Gobierno.

Los hechos que han desembocado en esta situación se remontan a mayo de este año, cuando Tarazona anunciaba la suspensión del concierto de Sabina, del que ya se habían vendido unas 5.500 entradas. El promotor alegó entonces --a cuatro días del espectáculo-- que la anulación se debía a que no se garantizaba la rentabilidad del concierto, aunque posteriormente se supo que ni siquiera llegó a firmar un contrato con el cantante.

TALONES SIN FONDOS A partir de ahí surgió el escándalo. Tarazona anunció que devolvería todo el dinero de las entradas que había recaudado (137.500 euros) a través de talones, pero en pocos días la entidad bancaria en cuestión confirmó lo que se sospechaba, que la cuenta del promotor no tenía fondos.

Una semanas después se repitieron los hechos con el concierto, también suspendido, de José Mercé, aunque en este caso no se sabe con certeza cuántas entradas se habían vendido.

Las denuncias se sucedieron a partir de entonces, tanto por parte del Ayuntamiento de Mérida --que aglutinó a gran parte de los afectados por el fiasco de la actuación de Sabina-- como de muchos particulares.

Sin embargo, antes de la detención el caso dio un nuevo giro después de que Agustín Tarazona se personase el pasado 30 de junio en la Comisaría de la Policía Nacional en Almendralejo para poner una denuncia.

El empresario declaró haber sido víctima de un robo con intimidación cuando se encontraba en su despacho. En total, dijo, se le habían sustraído 87.000 euros, cantidad que según él era la que iba a utilizar para devolver el dinero a los afectados por la suspensión de los conciertos de Mercé y Sabina.

Los agentes sospecharon desde el primer momento que esa denuncia no era real y que era un ardid para evitar ser condenado por estafa, por lo que se decidió posponer su detención --ya prevista-- hasta comprobar si el robo había sido o no real. El pasado miércoles esta investigación se dio por cerrada una vez que los policías confirmaron la presunta denuncia falsa, por lo que se procedió a su detención.

Posteriormente, los agentes de la Policía Judicial de Mérida le imputaron delitos de estafa relacionados con la suspensión de los conciertos. Agustín Tarazona fue puesto a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Almendralejo, ante el que prestó declaración, y posteriormente quedó en libertad con cargos. El viernes fue llamado a declarar por un juzgado de Mérida por las otras causas que tiene abiertas en la capital extremeña.

Tarazona explicó ayer a EL PERIODICO EXTREMADURA que la jueza le ha comunicado que "sólo" 1.202 personas le han denunciado por la suspensión de la actuación de Sabina. Por su parte, él declaró ante la magistrada que únicamente era el gerente de la empresa que organizaba el concierto, de forma que habría sido uno de sus socios, otro empresario de Almendralejo, el que se habría quedado con el dinero de las entradas.