Parece que las ideas de Julian Assange han sembrado precedentes, al menos en Extremadura. La Policía Nacional informó ayer de la detención, el pasado martes, de un vecino de la capital autonómica, R. C. C., de 35 años, por su presunta autoría de un delito de revelación de secretos y estafa. O lo que es lo mismo, espionaje, aunque en este caso, industrial. Culmina así "con éxito una investigación pionera en Extremadura", la Operación Rula, que según ha podido saber este diario, responde a un caso novedoso, pero no al único registrado en Mérida.

R. C. C., con amplios conocimientos en informática, trabajaba como encargado del mantenimiento del sistema de red de una empresa de servicios informáticos, llegando a incluir programas espías y tecnologías de control remoto para conseguir datos confidenciales de la misma, tales como su cartera de clientes, su contabilidad o diversas claves y contraseñas. Posteriormente, fue despedido de la empresa y supuestamente utilizó toda la información, "privilegiada y conseguida de forma ilícita, para lucrarse personalmente".

Como sabía cuándo vencían sus contratos, comenzó a ofrecer a los clientes los mismos servicios que la empresa para la que trabajaba, aunque a un precio más asequible, llegando incluso a reparar equipos informáticos en su propia casa, "que había convertido en un verdadero taller de reparación" en el que la Policía pudo incautarse de abundante documentación y material. Por ello además, a R. C. C. se le imputa un presunto fraude en la Seguridad Social, ya que toda esta actividad la ejercía sin estar dado de alta y mientras se beneficiaba de un subsidio por desempleo.

El detenido ya ha prestado declaración y en este momento ha quedado en libertad, a la espera de la celebración del juicio oral.

MAS CASOS Aunque este diario no ha podido contactar con la empresa para la que trabajaba el detenido --según explicó el comisario jefe de Mérida, Juan Carretero, se trata de una empresa de informática de la capital autonómica--, sí ha tenido conocimiento de otros casos similares, como el registrado por Grupo Extremadura Soft.

Personal del grupo confirmó ayer que el pasado mes de septiembre procedieron al despido de uno de sus encargados de mantenimiento de red tras comprobar los jefes de la empresa que se estaba haciendo con documentación privada de la empresa. Sin embargo en este caso no se ha registrado denuncia, ya que Extremadura Soft llegó a un acuerdo con el exempleado a la hora de pactar el despido.