Desde Alemania, Portugal, Canarias, Cataluña, País Vasco y Madrid, de muchos y distantes rincones proceden los devotos de Nuestra Señora de la Soledad, que estos días se acercan a Badajoz para estar junto a la Patrona y entre ellos, los hay afortunados que participan como costaleros en las dos procesiones que la Virgen protagoniza en la Semana Santa pacense. Es gente de Badajoz que en algún momento de su vida tuvo que irse fuera y vuelve estos días. "Es lo grande que tiene la hermandad de la Soledad", decía ayer el hermano mayor, Joaquín Gil, quien apuntaba que más que la declaración de Interés Turístico Nacional, "el interés nuestro es devocional e internacional".

Esta hermandad tiene la tradición de que antes de ser costalero de la Soledad hay que cargar con los pasos de los Cristos, primero el Jueves Santo y, por último, acceden a la Virgen el Viernes Santo. "El costalero del Viernes Santo es la máxima distinción, la laureada", señalaba Gil. En estos momentos hay más de 20 reservas para el viernes.

Nuestra Señora de la Soledad salió ayer por la tarde acompañada del Amarrao y del Ecce Homo . A pesar de la lluvia caída el Miércoles Santo, el día de ayer se fue despejando, para alegría y satisfacción de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, donde no recuerdan que se haya tenido que suspender la procesión del Jueves Santo, sí la del Viernes Santo de hace dos años. Ayer llovió a la hora de la salida, lo que obligó a retrasarla media hora, pero después se siguió el recorrido previsto.

Antes de la salida de la Patrona hay ceremonias como la colocación de la corona y la decoración floral, a la que se dedican durante dos días. Desde el Viernes de Dolores no se celebra ninguna actividad religiosa dentro de la ermita, que está dedicada en exclusiva a la preparación de los tres pasos.

Entre las aspiraciones de la hermandad, está la de conseguir próximamente la Coronación Canónica de la Santísima Virgen, que requiere permiso del Vaticano.