Hoy las campanas ya no doblan a muerto, pero el que ha perdido a un ser querido no las necesita para recordarlo. Y no falta a la cita. Fieles como cada año, miles de extremeños llenaron ayer los cementeros de toda la región para hornar a sus familiares fallecidos con motivo de la festividad de Todos los Santos. Flores, mucha emoción y también el recuerdo positivo, ese que nunca se irá de la memoria. «Lloramos su merte pero celebramos su vida», comentaba ayer una vecina de Mérida.

En la capital autonómica es tradición, después de visitar el cementerio, que las familias compren castañas asadas y nueces en los puestos que se colocan en la puerta y se vayan después al campo a celebrar la chaquetilla. Y es lo que hicieron ayer cientos de emeritenses al mediodía, aprovechando los escasos rayos de sol. El ayuntamiento ha realizado trabajos de embellecimiento con pintura, ha reparado las fuentes y ha colocado flores de temporada y el cementerio ayer lucía su mejor cara, también engalado con las rosas y claveles que lucían en los nichos a pesar de que este año la venta ha estado más floja, según comentó la florista de la entrada.

También multitudinario fue el recuerdo a los difuntos en Cáceres. Al margen de la asistencia masiva al camposanto, la jornada transcurrió con normalidad. No obstante, para evitar aglomeraciones y atascos de tráfico el ayuntamiento mantendrá operativo hasta el domingo el dispositivo especial de seguridad y limpieza y se reforzarán las líneas de bus. En la capital cacereña, por segundo año consecutivo coincide esta festividad con obras en el cementerio. En 2018 se celebró entre los trabajos de acondicionamiento de los pabellones de nichos y en esta ocasión con las obras de ampliación que han sufrido demoras y no han concluido a tiempo para el día de Todos los Santos.

En los cementerios de Badajoz, el de San Juan y el de la Soledad, el trasiego de personas fue constante durante toda la jornada para visitar y poner flores en las tumbas de sus seres queridos. Por segundo año consecutivo, hubo música a cargo de los Cuartetos para la Eternidad, formados por alumnos de los conservatorios de la ciudad que interpretaron piezas de Albinoni, Pachelbel, Bach, Schumann o Ennio Morricone, entre otros.

Las visitas a los cementerios se han multiplicado en las últimas semanas, por lo que, como cada año por estas fechas, el ayuntamiento ha reforzado el servicio de autobuses hasta mañana y también se ha ampliado el horario de apertura a los camposantos en hora y media (hasta las 19.30 horas). A pesar de ello, la venta de flores ha sido menor que otros años, según Samuel Pereira, de la floristería y viveros Kentia, que regenta un puesto en la puerta del cementerio de San Juan. «Al día estamos vendiendo una media de 100 paquetes de flores, cuando el año pasado eran 150», explicó ayer, cuando confiaba en que el volumen de negocio se incrementara. El motivo, según dijo, es que muchos ciudadanos ya traen las flores de casa, porque las han adquirido con antelación en alguna floristería o en el mercadillo del martes.

En Plasencia, el ayuntamiento ha ampliado el horario del cementerio, que permanecerá abierto de 9 a 18.30 horas. Aprovechando la celebración, el Cabildo Catedralicio ha vuelto a exponer las reliquias de Santos, que estará estará abierto hasta el 7 de noviembre. Trujillo fue otra de las localidades con un trasiego constante en su camposanto, tras una semana repleta de actividades centradas en Halloween.