Diecisiete de los 18 presos etarras que están recluidos en las cárceles extremeñas comenzaron ayer una huelga de hambre de doce días en protesta por la política de dispersión del Gobierno, según confirmaron fuentes penitenciarias. Los internos secundan una medida de presión dictada por la dirección de la banda terrorista a todos sus presos, que se enmarca en un plan de movilizaciones iniciado en enero de cara a las próximas elecciones en el País Vasco.

La huelga empezó a las doce de la noche del lunes y está previsto que concluya el próximo día 26, según el comunicado que los propios internos han hecho llegar por escrito a la dirección de los dos centros penitenciarios extremeños.

En la cárcel de Cáceres, donde actualmente están recluidos seis etarras, sólo Gorka Martínez Aedo se ha desmarcado de la movilización, ya que recientemente realizó una protesta similar por asuntos personales, informaron las mismas fuentes.

DESDE EL DESAYUNO El resto de los internos, doce en Badajoz --de ellos, dos mujeres--, comenzaron la huelga con el desayuno de ayer. "Acuden a los comedores, porque es obligatorio, pero no recogen la comida", explicaron desde las cárceles. La protesta no altera la vida interna de las prisiones, aunque obliga a intensificar los controles médicos de estos reclusos diariamente.

Además de estos 18 etarras, otros tres reclusos vinculados al terrorismo islámico están presos en Extremadura, uno en Cáceres y dos en Badajoz.