No quedan muchos, pero la pregunta de cualquier buscador de tesoros es la misma: ¿dónde está el oro?. De lo contrario a lo que puedan pensar muchos, los yacimientos del preciado metal dorado no están extintos. "La gente piensa que el oro se ha agotado, pero eso no es así". Así lo secunda a este rotativo José María Corrales, biólogo y experto en Geografía y Ordenación del Territorio.
Aunque en su mayoría son zonas inaccesibles dentro de formaciones rocosas, escarpadas o profundidades de ríos, aún existen zonas en las que la paciencia y la destreza pueden dar sus frutos aúreos. En ese sentido, el investigador apunta que a día de hoy "hay mejores métodos extractivos que los que tenían los primeros pobladores". Aún sí, la posibilidad para encontrar una pieza pasa por la paciencia.
No obstante, hay zonas en las que la probabilidad aumenta. En el caso de Extremadura, el punto más frecuentado por los exploradores del metal, ya sean geólogos expertos o aficionados, es la comarca de la Siberia. Según apunta el experto Chema Corrales, la referencia de punto de partida es Talarrubias y Casas de Don Pedro --de donde se conocen las piezas más grandes de oro encontradas en un yacimiento en Extremadura, de 135 gramos y 128 gramos, la famosa Doña Josefa --. Esparragosa de Lares también forma parte de la zona más rica de yacimientos de oro. Corrales también menciona otra zona dorada por antonomasia, con la Sierra de Gata como punto de inflexión: Moraleja, Casillas de Coria, Santibáñez el Alto y La Moheda figuran entre los nombres de procedencia de pepitas.
Las comarca de las Villuercas también acumula espacios con yacimientos de oro. Aunque menores en porcentaje, Coria, Logrosán, Calzadilla, Villanueva de la Serena, Tornavacas, Herrera del Duque, Berzocana, La Codosera y Alburquerque también resisten como zonas auríferas. Las cuencas de los ríos también forman parte de la estructura aurífera. Destacan las cuencas del Alagón, el Jerte y el Erjas, donde investigadores encontraron explotaciones de oro romanas en su margen izquierda a la altura de Zarza la Mayor.
