Bien, pero empeorando. Dos de cada tres extremeños (el 67%) consideran que el sistema sanitario público funciona bien o bastante bien con la necesidad de algunos cambios, según el último barómetro del Ministerio de Sanidad, conocido recientemente. Los ciudadanos de la comunidad cifran su satisfacción en un 6,29 sobre 10, por debajo de la media nacional (6,57) y también del dato regional del año pasado (6,36), aunque significativamente por encima del primero obtenido hace una década (5,68). Al tiempo, empeora la impresión sobre algunos servicios, como la atención especializada o la hospitalización, en los que aumenta la cifra de los que creen que se han deteriorado, lo mismo que ocurre con las listas de espera.

Remigio Cordero, presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Extremadura, estima que es pronto para valorar si los recortes están influyendo en la valoración del sistema sanitario: "Se mantiene una visión positiva en general, aunque empiezan a apreciarse algunos cambios de tendencia, si bien no es algo que se pueda interpretar de un año para otro". En cambio, desde la Sociedad Extremeña de Medicina Familiar, su secretaria, M Paz Moro, afirma que "con la llegada de la crisis, el usuario detecta que hay copago farmacéutico y de transporte, que hay prestaciones que han disminuido o desaparecido mientras los tiempos de espera se han incrementado". Moro identifica como una de las causas fundamentales "el déficit en recursos humanos".

ATENCION RECIBIDA Cordero destaca especialmente los elevados grados de satisfacción de los extremeños en ámbitos como la atención primaria (el 90,01% considera buena o muy buena la atención recibida) o la hospitalización (89,18%) e identifica los menores niveles con el sector de la especializada y las listas de espera. "Este último problema se viene reflejando desde hace tiempo y los ciudadanos lo perciben como estancado", plantea. El 48,9% de los extremeños creen que sigue igual en 2012, en un nivel similar a 2011 (49,84%), y aumentan en diez puntos los que piensan que ha empeorado, de 13,09% en 2011 a 23,06% el año pasado.

Algo parecido ocurre con la valoración de la evolución de la atención especializada --puesto que crece significativamente el porcentaje de encuestados que piensan que ha empeorado tanto en Extremadura (de 8,10% en 2011 a 19,31% en 2012) como en España (de 11,83% a 22,05%)-- y la hospitalización --la tasa de los que opinan que se ha deteriorado pasa del 7,48% de 2011 al 19,01% de 2012 en Extremadura y de 10,25% a 21,09% en España. Cordero admite el cambio de tendencia, aunque insiste en la prudencia a la hora de analizarlo. Moro, sin embargo, lo relaciona con el freno a las inversiones en sanidad que se venían registrando hasta 2010.

"Los recortes presupuestarios afectan a los recursos humanos, de modo que baja la reposición de puestos de trabajo (solo se cubre el 10% de las jubilaciones, los contratos que finalizan no se renuevan...), lo que genera una sobrecarga laboral que afecta a la actividad asistencial", asegura la responsable de la Sociedad Extremeña de Medicina General. "A esto hay que añadirle recortes en medios, llegando incluso al desabastecimiento de algunos materiales", apostilla.

Para el presidente de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, "hay una buena valoración de los profesionales médicos, y no tanto de la gestión --que es el germen del problema de las listas de espera-- y los políticos". En esa misma línea, resalta que la mayoría de los encuestados (82,5% a nivel nacional y 90,04% en la región) apoyan que las comunidades deberían ponerse de acuerdo sobre la oferta de nuevos servicios sanitarios. "Están lanzando un claro mensaje: deben primar los criterios técnicos en las decisiones sobre la sanidad, lo que por ejemplo no ocurre ahora en los Consejos Interterritoriales de Salud".