TLta Navidad está plagada de tradiciones, y entre ellas las gastronómicas, que tienen una gran importancia y forman parte del carácter de un pueblo.

En el caso de España se puede decir que esas costumbres gastronómicas-navideñas se retrotraen hasta los orígenes de la Edad Media, especialmente bajo la influencia de la cultura judeomusulmana, que en gran medida ha participado en lo que ha venido en llamarse la "dulcería española tradicional".

Sí se puede afirmar, que entre los años 320-350 fue cuando se comenzó a celebrar el nacimiento de Jesucristo por los primeros cristianos, apoyándose en unas fiestas romanas que se celebraban el 25 de diciembre en honor al Sol con grandes banquetes. En ese tiempo es cuando comienza a celebrarse la Navidad con comidas especiales y especialmente con una amplia gama de dulces.

XEN ESPAÑA,x en plena Edad Media se desarrolla una gran repostería en los días de Navidad. Repostería representada por el turrón, los dulces de almendras o el mazapán. Pero en ese periodo tiene una significado especial el alfajor, el cual tiene su origen en la gastronomía del Al-Andalus y cuyo nombre era el de al-hasú, elaborado con almendra, miel y harina.

XDURANTE ELx Barroco y el siglo XVIII se originan numerosos dulces entre los que destacan los denominados "frutas de sartén", que eran frituras de harina con almendra y huevos y posteriormente melados, así aparecen en Extremadura las flores, pestiños y roscas, entre otros.

Pero posiblemente sería hacia el final del siglo XVI cuando aparecen dos dulces representativos de estas fechas: los polvorones y mantecados. En ambos casos tienen un mismo origen: una gran cosecha de harina y una cabaña de cerdos importante.

Esto condujo a que en la zona de Estepa se comenzaran a fabricar estos dulces teniendo como base otros que se hacía en los conventos, y concretamente en el Convento de las Clarisas que era las llamadas "tortas de manteca", que se transformarían en los polvorones y mantecados, cuya comercialización se desarrollará hacia el 1870 de la mano de la fabrica estepeña de Filomena Ruiz Téllez apodada 'La Colchona', que propaga estos dulces por toda España, y siempre unidos a las fiestas navideñas.

XAUN DICHAx tradición está muy presente y se puede decir que no hay Navidad si el españolito de a pie no se ha tomado un polvorón y un aguardiente o un coñac o no ha cantado un villancico.

Feliz Entrada de Años para todos los lectores.