Ecologistas en Acción de Extremadura pidió ayer a las distintas administraciones (Junta, Diputaciones y Fempez) que se unan para llevar a cabo «una lucha coordinada y eficaz» contra el avance del picudo rojo en la región, donde ya se tienen detectados «más de 75 municipios con focos de afección». Según la organización, el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) se está convirtiendo en una plaga en Extremadura, como ya ha ocurrido en otras comunidades del sur y este peninsular, así como en Canarias, y se encuentra en «un momento de gran expansión».

La organización subrayó que se trata de una especie exótica invasora que representa «un grave peligro» al causar la muerte de palmeras canarias centenarias y otras especies de palmeras, tanto autóctonas (palmito) como foráneas de carácter ornamental presentes en parques, jardines y calles. Todo ello con las consiguientes pérdidas económicas relacionadas con la jardinería ornamental asociada a este tipo de árboles, que además podría conllevar su desaparición, así como la del valor cultural y patrimonial de muchas de ellas ligadas al paisaje de cascos históricos y zonas emblemáticas extremeñas.

«En Extremadura ya se tienen detectados más de 75 municipios con focos de afección de picudo rojo, que sigue avanzando sin un control adecuado, lo que es una grave amenaza para las palmeras canarias de la región, muchas de ellas de elevada edad e integrantes del panorama cultural, paisajístico y ambiental de los pueblos», subrayan.