Fue en el curso escolar 2003-2004 cuando comenzaron a llegar los primeros ordenadores a las aulas extremeñas que ya hoy están obsoletos. Por ello, ahora la Consejería de Educación busca deshacerse de los más de 70.000 equipos que, según sus datos, superan los 14 años de antigüedad. La mayoría de estos viejos equipos están inutilizados y almacenados porque sirven ya de poco en el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

La semana pasada, la Administración educativa remitió a todos los centros escolares una circular con el procedimiento a seguir para retirar el material tecnológico obsoleto o inservible de las aulas. Es la primera vez que se lleva a cabo un proceso así en la región, aunque la consejería reconoce que muchos centros educativos lo han ido haciendo de forma individual. Será durante todo el próximo curso cuando los colegios e institutos podrán ir desprendiéndose de aquella tecnología que ha dejado de ser útil.

"Se considera que un equipo está obsoleto si tiene una antigüedad superior a siete años, no es adecuado para su uso educativo (por su lentitud o porque no permite la instalación de aplicaciones) y no es posible su mejora o ampliación por no ser viable económicamente o no existir piezas en el mercado", especifica la circular de Educación. La orden se refiere a varios materiales en concreto: pantallas de ordenador, servidores de centro, servidores de aula, ordenadores de sobremesa, tabletas, portátiles, teclados, ratones, pizarras digitales, proyectores, impresoras y sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI).

RECICLAJE O CESION ¿Y dónde irán a parar estos viejos equipos? La instrucción de la consejería establece que aquellos que se consideren obsoletos podrán ser dados de baja y retirados del centro para su reciclaje, o bien, pueden ser cedidos. En el primer caso, son los propios centros los que pueden entregar el material en un punto limpio si existe en su municipio --exigiendo el consiguiente certificado que se deberá remitir a la consejería-- o bien, puede solicitar la retirada a través de la consejería.

En cuanto a la cesión, la orden establece que los equipos inservibles pueden ser entregados a entidades sin ánimo de lucro (ONG, asociaciones,...), organismos municipales (guarderías, casa de la mujer, centros juveniles, bibliotecas,...) o bien a otros centros educativos públicos que estén interesados (porque impartan ciclos formativos de las familias de electrónica o informática,...), con la debida certificación y comunicación, señala.

El hueco que dejarán los más de 70.000 equipos considerados obsoletos lo ocupan ya los nuevos dispositivos tecnológicos que comenzaron a llegar a los centros educativos el pasado octubre en la que ha sido la mayor inversión en la región en tecnología educativa: 40 millones de euros, provenientes de fondos europeos Feder (38 millones) y de la empresa pública Red.es (dos millones). Son más de 5.000 pizarras digitales interactivas, 7.600 ordenadores de sobremesa, más de 10.000 tabletas para laboratorios informáticos, otras 6.500 tabletas para docentes, más de 6.000 impresoras multifunción, 800 servidores,... De hecho, la retirada ahora del material obsoleto supone uno de los últimos pasos del plan de acción Comunidad Educativa 2.0, un ambicioso plan educativo, iniciado en el 2014, que busca activar el uso de las TIC en los centros y los hogares para mejorar el rendimiento académico y educativo.