Las constructoras de Extremadura siguen ganando protagonismo en las obras del trazado autonómico de la línea ferroviaria de alta velocidad Madrid-Lisboa. Joca Ingeniería y Construcciones acaba de resultar adjudicataria de la construcción de la plataforma del tramo entre Garrovillas y Casar de Cáceres, de 7,2 kilómetros y un presupuesto de 26.673.226 euros. Es la segunda obra del AVE que este grupo logra en la región, ya que actualmente construye junto a Sarrión el tramo Mérida-Montijo.
Las empresas extremeñas están presentes en cuatro de los siete tramos adjudicados o en obras. Así, a las dos adjudicaciones de Joca se suman la de Balpia y la de la filial de obra pública del Grupo Alfonso Gallardo.
La cacereña Balpia construye, junto a dos empresas del grupo Altec, el tramo Cáceres-Aldea del Cano. Con una inversión de más de 42 millones de euros, deberán completar 23,5 kilómetros de vía y elaborar un paso bajo la autopista A-66, dos viaductos sobre los ríos Salor y Ayuela y la instalación de un puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes en Aldea del Cano.
Por su parte, A.G.G., una filial del Grupo Alfonso Gallardo, trabaja, junto a la andaluza GEA21 en la construcción del tramo que unirá Montijo y Badajoz, que con 20,2 kilómetros, cuenta con una inversión de 41.1387.429 euros.
Así, el único subtramo en construcción en el que no participa ninguna empresa extremeña es Aldea del Cano-Mérida, que actualmente elaboran las constructoras Sacyr y Cavosa Obras y Proyectos. Ambas disponen de casi 47 millones de euros para construir 16,96 kilómetros de vía férrea.
NUEVAS ADJUDICACIONES El Ministerio de Fomento, a través de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), adjudicó ayer tres nuevas obras correspondientes al tramo del AVE entre Talayuela y Cáceres. Tramo que en total tiene una longitud aproximada de 128 kilómetros y cuenta con una financiación de más de 113 millones de euros, y que se ha diseñado para doble vía de alta velocidad con ancho internacional y tráfico mixto, de viajeros y mercancías.
El primero de ellos, corresponde a Casas de Millán-Cañaveral, tiene una longitud de 6,6 kilómetros y un presupuesto de 66.225 euros. Las obras serán llevadas a cabo por dos empresas, Coprosa y Detea, y como elementos sigulares, en su trazado destacan dos viaductos, uno sobre el Arroyo Pizarroso, de 782 metros, y otro sobre el arroyo de Valdetravesío, con una longitud de 1,6 kilómetros. Así mismo, el cruce de la línea con la calzada de la Vía de la Plata se ha resuelto por medio de un túnel artifical de 190 metros de longitud.
El segundo de los tramos, que es el que ha obtenido Joca, une los términos de Garrovillas-Casar de Cáceres. Tiene una longitud de 7,2 kilómetros, y con una inversión de 26.673 euros, además de la vía, la empresa ha de construir una pérgola sobre la carretera N-630.
Y por último, Constructora Pirenaica (Copisa), será la encargada, con 20.229.991 euros de realizar 7,1 kilómetros de vía y dos pasos inferiores, para permitir la circulación en la carretera C-100 y en el Camino de las Arenas.
