Durante el pasado 2015, 1.633 empresas extremeñas exportaron sus productos al exterior, un 34% más que las que lo hicieron hace tan solo cinco años, de acuerdo a los datos facilitados por ICEX España Exportación e Inversiones. La evolución es muy similar a la que experimentaron las ventas totales, que en ese mismo periodo han marcado cinco máximos anuales seguidos, pasando de los 1.256,8 millones del 2010 a los 1.720,1 millones del 2015, lo que supone un crecimiento acumulado del 36%.

Entrando al detalle en los datos, es especialmente significativo el crecimiento que han registrado las empresas que se consideran ya exportadoras regulares --aquellas que han enviado sus productos al extranjero al menos durante los últimos cuatro años de forma consecutiva--, que el año pasado superaron el medio millar (501), frente a las 418 de hace cinco ejercicios, con un auge que roza el 20%. Este incremento supone que cada vez es mayor el número de entidades que, más allá de trabajar puntualmente con el exterior, han logrado consolidar estos mercados de una forma estable. Porque, como explica Ramón Montero de Espinosa, director territorial de Comercio y director de ICEX en Extremadura, "exportar no son los 100 metros lisos, esto es una carrera, como mínimo, de medio fondo. No es habitual obtener el éxito inmediatamente". En este incremento de las firmas que se deciden a exportar, precisa, no solo ha sido determinante la caída de la demanda interna, que ha obligado a muchas a buscar una salida en el exterior para sus productos, también ha sido importante el efecto contagio que se ha generado a medida que las empresas que en un principio no habían apostado por el comercio exterior han comenzado a ver cómo a las que sí lo han hecho les van yendo bien las cosas

y han empezado a obtener parte de sus ingresos en otros mercados.

Con todo, a pesar de esta tendencia positiva, Extremadura aún se mueve en unos parámetros bastante por debajo de la media nacional. España exportó en el 2015 por valor de 250.241 millones de euros, algo menos de una cuarta parte del PIB. En cambio, la región, a pesar del récord que supusieron los 1.720 millones, está únicamente en el 10%. Si lo que se considera es su aportación al total de las exportaciones españolas, las extremeñas solo fueron un 0,7% del total, menos de la mitad de lo que aporta la economía regional al PIB nacional. "Cada vez se están subiendo más empresas al carro de la exportación, los datos son incontestables, pero aún existe margen. Hay empresas que podían estar haciendo cosas en exportación, que tienen potencial, pero todavía no lo hacen", sostiene el director territorial de Comercio.

LAS QUE EMPIEZAN El año pasado hubo 815 empresas que iniciaron o reiniciaron su actividad exportadora (las que han vendido al extranjero en el año de referencia pero no en el anterior). Aunque el número es menor que el registrado en 2012, 2013 y 2014 (836, 958 y 913, respectivamente) es muy superior al de periodos anteriores. En 2010, por ejemplo, fueron 582.

En el lado contrario, 878 empresas que en el 2014 habían exportado no lo hicieron el año pasado. Entre las firmas que interrumpen las ventas al exterior, Montero de Espinosa precisa que la "casuística es muy variada. A lo mejor solo han exportado de forma puntual porque recibieron un pedido pero también puede ser que llevasen tiempo exportando y, por la razón que sea, un año dejan pero al siguiente vuelven".

Desde ICEX se busca promover la internacionalización de las empresas con "tres pilares fundamentales: información, formación y promoción", resume su director en Extremadura, que subraya que "es la empresa la que debe analizar sus posibilidades, dónde quiere estar a medio o largo plazo y qué debe hacer para llegar hasta allí. Ahora bien, una vez que apuesta por los mercados internacionales y asume el riesgo y el coste que supone, cuando está convencida, le ofrecemos una amplia batería de herramientas"

En este sentido, detalla, lo más habitual es que las empresas pidan apoyo económico para salir al exterior con el objetivo de financiar cuestiones que van desde la edición de folletos hasta el registro de patentes o la contratación de personal. "Hay multitud de capítulos en los que les podemos apoyar económicamente, pero también les asignamos un consultor, y a veces terminan valorando más esa formación y esa información que les damos, ese guiarles por el mercado exterior, que el apoyo económico", recalca. Además, cuentan con la ventaja que dan las 98 oficinas que tiene el Ministerio de Economía en el exterior, "al servicio de todo el empresariado nacional".

En Extremadura, apunta, "nuestro producto estrella" es el ICEX Next, un programa de iniciación en las ventas al extranjero para empresas cuya cifra de exportación no supere el 35% de la facturación total y que financia hasta el 50% de los gastos derivados de la internacionalización (para prospección, promoción exterior o contratación de personal para el departamento internacional). También se ofrecen los servicios de "un tutor o asesor experto en el campo que trabaje la empresa, que le va a ir dando unas pautas de cómo iniciar o adentrarse más en el comercio exterior", afirma.

Se trata de un apoyo para dar los primeros pasos en la internacionalización. Luego, aclara Montero de Espinosa, "si la exportación va a ser un aspecto importante para la empresa, tiene que crear un departamento de comercio exterior, aunque sea reducido, pero tener al menos una persona para temas de logística o administración".