La empresa responsable de recoger, tratar y almacenar los residuos radioactivos de las centrales nucleares en España (ENRESA) prevé que las tareas de desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz comiencen tres años después del cese de su actividad productiva.

Atendiendo a estas previsiones iniciales, ENRESA iniciaría esta labor en 2031 ya que la Unidad 1 de Almaraz cesará su actividad en 2027 y la Unidad 2 en 2028.

El Ministerio para la Transición Ecológica concedió en julio del pasado año la renovación de la autorización de explotación para los grupos I y II de la central de Almaraz, en el que será su último permiso antes de iniciar el cierre del parque nuclear español, y también para la central de Vandellós, II, en Tarragona.

En el caso del grupo I de Almaraz, se prorroga el permiso de explotación hasta el 1 de noviembre de 2027 y en el del II hasta el 31 de octubre de 2028.

El jefe del Departamento de Gestión de Emplazamientos de Enresa, Manuel Rodríguez Silva, ha particiado este viernes en un seminario online organizado por el Grupo de Municipios Europeos con instalaciones Nucleares (GMF) y la Asociación Española de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC), en el que se han abordado los impactos socioeconómicos que conlleva la decisión de cierre y desmantelamiento de centrales nucleares.

"Para llegar a la etapa de desmantelamiento, primero tienen que pasar muchos años de trabajo previo antes del cierre definitivo de la planta, pero el objetivo es que tres años después podamos iniciar los desmantelamientos", ha añadido Rodríguez Silva.

Con respecto al volumen de empleo, durante la etapa de transición, Rodríguez ha precisado que es posible que se de una caída del 50 %, aunque ha asegurado que no es un "ámbito en el que ENRESA pueda decir mucho", ya que esta decisión se encuentra en manos del propietario "cuando llegue el momento".

En este sentido, la evolución del número de trabajadores durante el desmantelamiento de la Central Nuclear "José Cabrera" en Almoncid de Zorita (Guadalajara), fue de 299 trabajadores en 2010 correspondiente al comienzo de las tareas, hasta 156 empleados en 2019 al final del proceso de desmantelado.

En cuanto a los residuos resultantes de estas tareas, está previsto que la de Almaraz siga el modelo de gestión de residuos que se ha llevado a cabo en otras centrales nucleares de España, como el de la ya mencionada Central José Cabrera.

En este caso parte de los residuos fueron almacenados en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) y el resto fue enviado al centro de almacenamiento de "El Cabril" (Córdoba), donde Enresa gestiona los residuos radiactivos de muy baja, baja y media actividad.

El 39 % de los residuos resultantes fueron de naturaleza "convencional", y el 4 % residuos radiactivos, por último el 57 % restante fueron residuos "potencialmente convencionales"

En materia de costes, Enresa ha establecido el coste total, teniendo en cuenta todas las etapas de desmantelamiento de una planta tipo (500 MW), en 467 millones de euros.