Francisca Andrade es una de las extremeñas que últimamente se han unido a las listas del paro. Llevaba más de diez años trabajando en una empresa de limpieza, pero acaba de perder su empleo. "Nos han dicho que no había trabajo", explica detallando que en la industria cárnica en la que desarrollaba su labor "ahora son los propios trabajadores los que limpian.". Actualmente cuenta con la paga de su marido, pero le preocupa sobre todo una hija suya que también se ha quedado en paro, por lo que augura que quizá tendrá que ayudarle con la hipoteca. Sin embargo, esta emeritense es optimista porque en su empresa le han asegurado que en las próximas semanas podrían volver a llamarla. I. R.