"Prácticamente en Valdivia sólo se puede trabajar como jornalero". Así resume Juan Antonio Pena porqué trabaja como temporero. Con 30 años, lleva ya a sus espaldas 14 en este oficio. Casi media vida. "Comencé trabajando un verano con 16 años para ayudar a la familia y sacarme algún dinerillo extra para mí", cuenta, y ahora parece haberse convertido en su única alternativa laboral.

Estudió un ciclo medio de Formación Profesional en Administración y Finanzas, mientras dedicaba los veranos al campo. Pensaba que al terminar su formación el abanico de posibilidades de encontrar un empleo sería mayor, pero no fue así. "He buscado trabajo de mi titulación, pero no hay nada". Por eso ahora está dedicado a la recolección de frutas. Selecciona y envasa distintas variedades de melocotones, ciruelas,... en la Cooperativa de Regantes de Extremadura (Crex), donde trabaja. Esta empresa también tiene centrales en Andalucía, donde Juan Antonio se ha tenido que desplazar en alguna ocasión en las épocas de poda y entresaque.

Señala que en su empresa este verano hay menos trabajadores que otras temporadas. "Estamos el 50% de la plantilla en comparación con años atrás, en la que se veían más extranjeros", precisa. Ahora la mayoría son empleados autóctonos, de la zona, "antes venían cuadrillas enteras desde Marruecos o Rumanía". En su familia también hay miembros dedicados a la recolección de frutas en el campo u otros trabajos relacionados.