El exdirector general de Cooperativas de la Junta de Extremadura, Andrés Montero, ha negado que en la anterior legislatura hubiera alguna injerencia política en la gestión de la Agrupación regional de Cooperativas de Regadío (Acorex) y que su situación financiera era "muy opaca".

Así lo ha señalado esta tarde en una comparecencia ante la Comisión no Permanente de Investigación de la Asamblea extremeña sobre las actuaciones de la Junta relacionadas con Acorex, ahora en un concurso voluntario de acreedores.

Montero ha señalado que el plan de viabilidad de Acorex tenía dos problemas: "La paz social" y "la cuestión financiera", máxime cuando a su juicio tenía que haber "un cambio de actitud en las personas" y paliar la opacidad en el área financiera.

En este punto ha dicho que habló sobre este tema con miembros del consejo rector como el exdirector general de Acorex Juan Luis Aceitón.

Ha explicado que hubo reuniones en la sede de la Consejería de Agricultura y que él estuvo para "moderar" a los numerosos miembros del consejo debido a sus "riñas" y que únicamente estuvo como "oyente".

También ha señalado que este tipo de entidades son "muñecos con pies de barro" debido a la existencia de numerosos gestores y de otros tantos trabajadores, entre ellos unos 50 directivos y unos 400 conductores en el caso de Acorex.

Montero ha subrayado que "jamás se ha pedido ni impuesto" ninguna decisión a la entidad para que saliera Aceitón de la dirección ni acerca de una posible fusión con el grupo Dcoop.