El 2018 fue un año histórico en el que Extremadura superó su récord tanto de trasplantes como de donaciones de órganos. Durante el año pasado el Hospital Universitario de Badajoz (el único de la región que lleva a cabo este tipo de intervenciones) realizó un total de 100 trasplantes de órganos: 69 fueron renales y 31 hepáticos. Más que nunca. Es la primera vez que la comunidad alcanza esa cifra y supone un incremento de la actividad de casi un 30% en solo un año. En el 2017 se realizaron 23 intervenciones menos, fueron en concreto 77 trasplantes de órganos, y el dato más alto registrado hasta ahora en la región se logró en el 2015, cuando hubo 83 intervenciones, 17 menos que en el 2018.

ÓRGANOs SÓLIDOS / El hígado y los riñones son los únicos órganos sólidos cuyos trasplantes se pueden realizar actualmente en la comunidad. Y en ambos casos, durante el año pasado también se registraron las cifras más altas de la serie histórica. En concreto, fueron 31 intervenciones hepáticas frente a las 30 del 2013 y 2015, los mejores años, o las 23 llevadas a cabo durante el 2017.

En cuanto a las operaciones renales, se efectuaron 69 trasplantes frente a los 51 de 2017 o los 53 del 2015. Ese era el dato más elevado hasta este momento.

Pero el de trasplantes no es el único récord que se superó el año pasado en Extremadura. También creció durante el 2018 el número de donantes de órganos: fueron un total de 69 personas frente a los 50 donantes registrados en el 2017. Esto supone un incremento anual del 38% y coloca a Extremadura como la segunda región española en la que más crece la solidaridad en solo un año y la tercera autonomía con la mejor tasa de donación. Fueron 64,5 donantes por cada millón de habitantes, un dato que solo superan La Rioja (80,6 donantes) y Asturias (66,7) y que se sitúa muy por encima de la media estatal que es de 48 donantes por cada millón de habitantes.

Estos datos facilitados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el Servicio Extremeño de Salud (SES) forman parte del balance que cada año realiza la ONT y que ayer presentaron en Madrid la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil.

En el conjunto nacional el balance también es muy positivo. España revalida un año más el título de líder mundial en donación y trasplante que mantiene desde hace 27 años. Lo hace justo además cuando se cumplen los 30 años de la Organización Nacional de Trasplantes. Así, durante el 2018 se realizaron en España en total 5.318 trasplantes: 3.310 renales, 1.230 hepáticos, 369 de pulmón, 321 cardíacos, 82 de páncreas y seis de intestino.

Y el país también continúa en cabeza por el número de donantes: un total de 2.241. Carcedo destacó que en los últimos cinco años ha aumentado un 37% la tasa de donación, «el mayor incremento de su historia», al pasar de 35,1 a 48 donantes por millón de habitantes. Estos datos nacionales suponen que cada día seis personas han donado sus órganos y se han realizado 14,6 trasplantes.

Entre los datos facilitados por la ONT ayer, también se destaca los pacientes trasplantados gracias al intercambio entre las comunidades autónomas, una de las características del sistema español. En este sentido, Extremadura es una de las once regiones españolas que envía más órganos de los que recibe. Fueron 48 enviados y 13 recibidos.

AGRADECIMIENTOS / El consejero de Sanidad, José María Vergeles, ofrecerá el próximo jueves los detalles sobre los trasplantes realizados en la comunidad. No obstante, tanto Vergeles como el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, mostraron ayer en redes sociales su satisfacción por los datos históricos alcanzados durante el año pasado y agradecieron a los profesionales sanitarios y a las familias su trabajo y su solidaridad.

«Cien vidas salvadas y vividas, cien familias», destacó el presidente quien recordó que el SES nació en las navidades del 2001 y datos como estos demuestran que «mereció el esfuerzo», dijo. Por su parte, el consejero de Sanidad añadió: «Hay que agradecérselo a los profesionales y a las familias que han perdido a un ser querido y han querido tener esa generosidad, solidaridad y altruismo». Sin duda, el gesto más humano de la muerte.