Entre 1.000 y 1.100 extremeños están infectados por Sida y, aunque entre 2014 y 2015 ha bajado el número de casos en la región, entre 2003 y 2015 ha subido el de nuevos casos, un total de 536 y, de ellos, 268 en los últimos seis años, así ha informado el consejero de Sanidad, José María Vergeles. Por ello, la Junta de Extremadura pide que las relaciones sexuales sean seguras y que suba el grado de sometimiento a las pruebas rápidas.

El consejero, que ha estado acompañado por el presidente del Comité Antisida de Extremadura, Santiago Pérez, ha presentado los actos del Día Mundial de la Lucha Contra el Sida, que será el 1 de diciembre. En ellos, varias localidades desarrollarán talleres preventivos sobre "el sexo seguro, campañas de sensibilización y "pruebas rápidas" de detección de casos, y se colocarán "lazos rojos" en las fachadas de la Asamblea de Extremadura y de los ayuntamientos, entre otras instituciones.

Asimismo, Vergeles ha explicado que esta enfermedad no está erradicada y que es "un problema de salud pública de primera magnitud".

Además, casi el 19 por ciento de los casos se diagnostican directamente como Sida.

El consejero ha señalado que el Plan regional contra la enfermedad, que se ha desarrollado hasta 2015, ha sido cumplido en un 76 por ciento con una inversión de más de 43 millones de euros y que este año se ha destinado a esta cuestión 11,1 millones, de ellos 9,8 para actividades asistenciales y 1,2 a actividades preventivas.

En este sentido, este año se ha trabajado en la prevención entre los consumidores de drogas por vía parental, entre los jóvenes, entre los hombres con prácticas homosexuales o bisexuales, entre los inmigrantes y entre las personas que ejercen la prostitución, además de promocionar el uso del preservativo masculino.

En cuanto a los actos de celebración del Día Mundial, cuyo lema es "Soy VIH. Soy como tú. ¿Qué nos diferencia?", Vergeles ha señalado que, por ejemplo, en colaboración con el Ayuntamiento de Mérida la sede de la Presidencia regional "se iluminará de rojo".

Finalmente, Santiago Pérez ha señalado que el lema del Día Mundial refleja la necesidad de que no se estigmatice ni se discrimine a los infectados, y que es preciso que en esta cuestión colaboren las administraciones públicas y la sociedad civil.