Su uso no genera emisiones de CO2 a la atmósfera, resulta más eficiente energéticamente que el de combustión interna y el coste por 100 kilómetros recorridos es tres veces más barato si se recarga durante la franja horaria de la tarifa valle (horas en las que se produce una menor demanda de energía eléctrica). Estas son las principales ventajas del vehículo eléctrico frente al automóvil convencional y también los motivos que han llevado a la Junta de Extremadura a firmar sendos convenios con las empresas eléctricas Iberdrola y Endesa para fomentar en la región la movilidad sostenible mediante la implantación del vehículo eléctrico. La Junta prevé que la comunidad tendrá un parque de 5.000 vehículos eléctricos --híbridos enchufables o mixtos y eléctricos puros-- en el horizonte del 2015, así como las infraestructuras de recarga necesarias, convencionales y rápidas, en las vías, aparcamientos públicos y centros comerciales. Asimismo, se pondrán en marcha planes de movilidad sostenible en las ciudades con más de 20.000 habitantes.

Debido a su escasa autonomía --entre 100 y 150 kilómetros--, su implantación está dirigida al ámbito urbano y comenzará a introducirse paulatinamente en las flotas públicas y privadas, por ejemplo de empresas de reparto. Para incentivar la compra de estos vehículos, se impulsarán medidas legales e incentivos fiscales y económicos aplicados, entre otros, al impuesto de matriculación. Estos coches tendrán preferencia en los aparcamientos públicos y acceso y libre circulación en zonas urbanas hasta ahora restringidas al tráfico.