El consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, expresa su deseo de que los casi 24 millones de euros que supondrá la nueva ley extremeña de medidas tributarias sirvan para incentivar el consumo y no para incrementar el ahorro.

Fernández presenta en Mérida el proyecto de Ley de Medidas Tributarias de Impulso a la Actividad Económica en Extremadura, que aprobó ayer el Consejo de Gobierno.

La ley, que contempla una bajada del tramo autonómico del IRPF a las rentas inferiores a 32.000 euros anuales, tiene entre sus objetivos que los ciudadanos tengan mayor renta disponible y, con ello, incentivar el consumo.

El consejero indica que, a mayor consumo, más producción, y ello da lugar, a su juicio, al crecimiento de la economía y del empleo.

Fernández, que considera que el consumo y el crédito bancarios son las claves de la recuperación, indica que es "incontrolable" lo que los ciudadanos hagan con el beneficio de esta rebaja fiscal, pero advierte que el pesimismo va desapareciendo.

Esta norma exime también a las entidades financieras de presentar la autoliquidación del impuesto regional sobre los depósitos bancarios mientras se mantenga en vigor el estatal que grava el mismo hecho impositivo.

Este año entró en vigor un impuesto estatal del 0 % sobre los depósitos de las entidades de crédito, sin propósito recaudatorio, con el fin de garantizar la unidad de mercado y evitar que cada autonomía pueda tener una tasa propia, como ya tenían unas pocas regiones, como Extremadura.

Antonio Fernández aclara que el impuesto regional sigue vigente por si algún día el Gobierno de la nación eliminase el estatal, una circunstancia que, no obstante, ve improbable.

Es de esta opinión ya que las comunidades autónomas que no lo tenían regulado antes de implantarse el estatal, aprovecharían entonces para ponerlo en marcha.

A esta modificación técnica se une otra que establece una bonificación para el contribuyente del cien por cien, dado que este mismo hecho imponible está gravado por el Estado.