La asociación cacereña Qué bonita es la vida ha pedido a la Junta de Extremadura que sea prioritaria la prevención del suicidio y abra inmediatamente una oficina para fijar estrategias y mejorar la detección precoz de personas en riesgo con una mayor formación de los profesionales de Atención Primaria y de Salud Mental.

Además, solicita que se dote de una partida presupuestaria propia a la prevención del suicidio en Extremadura y elaborar un segundo plan de prevención que estudie de manera “exhaustiva” las causas y los sectores sociales a los que afecta, tal como se hace en otras comunidades autónomas.

Los miembros de este colectivo Antonio Floriano y Pedro Moreno han avanzado que, en principio, se reunirán con el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, el día 17 para abordar estas demandas.

Unas 4.000 personas de media se suicidan al año en España, siendo la primera causa de muerte no natural y doblando a los fallecidos por accidente de tráfico, ha indicado Qué bonita es la vida.

El 90 por ciento de los fallecidos por suicidio tienen algún tipo de enfermedad mental y afecta de una forma consumada más a los hombres que a las mujeres, aunque las tentativas se dan en mayor grado en las mujeres, según esta asociación, que apunta a que las cifras globales no son muy certeras puesto que existe un "suicidio sumergido" por el "estigma".

"Por no quedar tanto estigma no hay registros", ha señalado Floriano, que ha agregado que se ignora el número de suicidios por hechos como la vergüenza de las familias.

Según los datos reflejados en el I plan de acción para la prevención y abordaje de las conductas suicidas en Extremadura, presentado en septiembre del 2018, durante 2016 en la región se suicidaron 66 hombres y 16 mujeres.

Además, en 2016 y después de seis años la tasa de suicidio de Extremadura se situó por encima de la media nacional, con una tasa por cada cien mil habitantes de 7,5, una décima por encima del país.

“La gente que tiene enfermedades va al médico y por vergüenza o sentirse estigmatizado dice que está depresivo pero no quiere decir que se quiere suicidar”, ha señalado Floriano, médico jubilado y presidente del centro de escucha San Camilo, de la Diócesis de Coria-Cáceres.

A su juicio, la formación y el saber escuchar de una forma activa es muy importante para detectar casos de riesgo y estar atento a los síntomas de alarma.

En este sentido, ha solicitado que se realice un primer programa de prevención de suicidios en cada uno de los hospitales extremeños y que la Junta establezca convenios con la Universidad de Extremadura (UEx) para la formación de personal cualificado, para lo que la asociación está dispuesta a colaborar.

Por su parte, Moreno ha criticado que el actual plan de prevención no esté dotado directamente de presupuesto y le falte un análisis profundo de este grave problema, cuyo combate pretenden se convierta en prioridad de forma similar a la violencia de género.