Como si cada año se perdiera un pueblo. Y no uno de los más pequeños. Así durante más de una década. Es el complicado panorama que pintan los nuevos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la demografía extremeña. De aquí a 2033 la región se quedará sin un 6,6% de su población. Significa unas 70.800 personas. Implica más de 4.700 vecinos menos (de media) cada vez que se haga recuento el 1 de enero. ¿Consecuencia? Dentro de 15 años se bajará del millón de habitantes. Una cifra que trasladará a la comunidad a más de un siglo atrás. Una sangría que no cesa. Es más, irá empeorando si no cambian las variables.

De este modo, si actualmente en Extremadura hay 1.070.586 residentes, en 2033 serán solo 999.797. Si se compara la realidad que habrá esa fecha con la década anterior, el resultado son 100.000 personas menos. O lo que es lo mismo: perder la población de la ciudad de Cáceres en apenas 10 años.

POR PROVINCIAS / En el análisis por provincias, la cacereña sufrirá más el problema demográfico. Es también donde hay más pueblos en peligro de extinción.

En Badajoz, el descenso en ese periodo futuro analizado de 15 años será del 5,2%. Habrá unos 35.000 habitantes menos (se pasará de los 675.000 actuales a los 639.972). En Cáceres las cifras son más llamativas: la caída será del 9%, lo que supone 35.756 residentes menos (se pasará de los 395.580 actuales a los 359.824).

¿Las causas? Son de sobra conocidas. No hay nacimientos, no hay inmigración. Y sí hay emigración. El telón de fondo (además de los nuevos hábitos de vida): la falta de empleo -sobre todo de calidad-, por lo que no se logra asentar población tanto en los pueblos como las ciudades. Porque las localidad más pobladas de la región también se ven afectadas por esta fuga de residentes.

Los datos de la proyección de población del INE vuelven a avalar estas causas. En 2032 habrá 1.050 nacimientos menos que ahora. Y si bien el salgo migratorio exterior (la diferencia entre la gente que llega y la que se marcha a otros países) será positivo, con 15,4 personas más que entran de la que salen por cada 1.000 habitantes; el interautonómico será negativo y más alto: 27,8 personas más que salen de que las que entran procedentes de otras regiones.

EL CONTEXTO NACIONAL / Si se mantienen las tendencias actuales en cuanto a fecundidad, mortalidad y migraciones, Extremadura, que no es precisamente de las comunidades autónomas con menor extensión territorial, será la tercera a nivel nacional donde se produzca el mayor descenso de residentes (con un -6,6%). Solo estará por delante de Castilla y León (con un -8,6%) y de Asturias (con un -8,5%).

Serán ocho regiones en total las que pierdan población a lo largo de los próximos quince años. A las tres citadas hay que añadir Galicia (-5,1%), Castilla-La Mancha (-3,2%), Cantabria (-2,7%), La Rioja (-0,3%) y Aragón (-0,1%).

No obstante, en sus proyecciones de población hasta 2033, el INE muestra un aumento de 2.375.776 habitantes en España, lo que representaría un incremento de más del 5%, hasta superar los 49 millones de personas.

Eso significa que las otras nueve regiones sí aumentarán (y con creces) sus residentes. El primer puesto es para Baleares (22,2%), seguida de Canarias (17,2%) y Madrid (12,9%). Melilla (10,8%), Cataluña (9,7%), Navarra (8,3%), Murcia (6,9), Ceuta (6,8%) y Andalucía (3,3%) completan la lista.

Extremadura tiene por delante un difícil reto demográfico.