La crisis parece haber avivado la capacidad inventiva de los extremeños. O por lo menos la de aquellos que buscan una protección jurídica para que sus invenciones, tengan o no mucho recorrido, sigan siendo sólo suyas.

Extremadura fue una de las pocas comunidades en las que creció el número de solicitudes de patentes durante el año pasado mientras en el conjunto nacional la cifra descendió un 6%. Eso no es todo. El crecimiento en la región incluso ha llegado a duplicar la demanda de un año antes. Así, se ha pasado de las 27 solicitudes de patentes registradas en 2014 a las 57 realizadas en 2015, una cifra récord según las últimas estadísticas de la Oficina Española de Patentes y Marcas, recogidas por la empresa Pons. "Los datos de Extremadura son realmente impresionantes teniendo en cuenta la caída a nivel nacional", destaca la consultora.

La comunidad extremeña lideró el año pasado el aumento de patentes registrado en sólo ocho autonomías. En el resto la actividad descendió hasta un 26% en Navarra, que ocupa la peor posición de la clasificación.

La cifra de patentes es uno de los parámetros que mide el nivel de innovación de un territorio. Mientras la crisis ha hecho mella en otros de esos indicadores como la inversión en I+D+i, parece haber contribuido a desarrollar nuevos inventos, nuevas ideas con las que buscar nuevas salidas al desempleo o a la incertidumbre laboral. Una parte de los inventos extremeños salen de la universidad extremeña y otros están motivados por la puesta en marcha de programas de emprendimiento como Agrotech, entre otras iniciativas, que ha ayudado a desarrollar ideas innovadoras.