El 70,2% de los extremeños que tienen empleo dicen ser felices en sus trabajos. Aunque el porcentaje parece elevado, es once puntos menor que en 2015 y seis puntos por debajo de la media nacional (76,6%). De hecho, Extremadura es la comunidad autónoma con el porcentaje más bajo de felicidad laboral. Este es el dato más llamativo de la VII Encuesta sobre la felicidad en el trabajo que elabora la empresa de recursos humanos Adecco.

En el extremo contrario la Región de Murcia, donde el 84,4% de los trabajadores están felices con los empleos que tienen. Le siguen País Vasco (79,4%) y Canarias (78,1%). Sólo Galicia (71,1%) se acerca al porcentaje extremeño.

Ésta es la caída más significativa en felicidad laboral de los extremeños desde que Adecco comenzó a elaborar las encuestas de felicidad laboral en 2011. Incluso en los peores momentos de la crisis, los extremeños estaban más contentos en sus puestos de trabajo que ahora.

Más que dinero

Mientras que en Europa o Estados Unidos se trabaja en felicidad laboral desde hace años, en España el concepto es relativamente nuevo. “Cuando hace años empezamos a introducir esta manera de pensar en las empresas, muchas personas creían que éste era un tema frívolo, una moda sin importancia. Cuando aparecieron los primeros estudios en los que se vincula felicidad con mayores índices de productividad y compromiso, las compañías empezaron a tomarse en serio el tema”, afirma Margarita Álvarez, directora de Marketing y Comunicación de Adecco.

Si hasta ahora, el salario era lo más importante para los extremeños, en la última encuesta de Adecco pasa al cuarto lugar, con una valoración de 8,21 puntos sobre 10, detrás de disfrutar de un buen ambiente laboral (8,55), flexibilidad horaria para conciliar vida profesional y laboral (8,45) y contar con un buen jefe (8,44).

Buen ambiente

“La productividad está directamente ligada a la motivación”, apunta Belén Zarza del Val, coach, y para esto es fundamental “la formación de un buen líder, de la gente que tiene responsabilidades y empleados a su cargo”. Como apunta Zarza del Val, “esto se aprende”, por eso las empresas cada vez imparten más talleres de comunicación para su personal directivo y jefes de equipo porque son ellos “quienes tienen que dar ejemplo”.

A la felicidad laboral los expertos le llaman “salario emocional”. Para Margarita Álvarez, “es la mejor manera de que las personas estemos enganchadas, comprometidas con cada proyecto e idea y dando lo mejor de nosotros mismos en cada momento, por difícil que pueda ser”.

La coach Belén Zarza apunta en la misma dirección, “la gente está más motivada trabajando por objetivos que con la imposición de un horario. Si tengo una meta, da igual si entro a las 9 o a las 10 mientras la consiga”.

A pesar de que está demostrado que un empleado feliz es más productivo, no está tan claro que las empresas se hayan concienciado de ello. O al menos, los extremeños no lo creen, porque el 48,9% de los encuestados por Adecco piensa que las empresas aún no están llevando a cabo suficientes políticas de felicidad laboral, frente a un 10,6% que piensa que sí se lo están tomando en serio.