Desde hace apenas un año, Daniel García Vellido vive en Londres. Se licenció en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Extremadura (Uex), realizó un máster internacional y cuando llegó a su primera entrevista de trabajo con un banco inglés lo primero que le preguntaron fue qué retos se marcó y qué soluciones encontró al marcharse a estudiar a Oporto con una beca Erasmus. Ni calificaciones ni experiencia laboral ni conocimientos financieros; directamente se interesaron por su experiencia vital y su adaptación a una nueva realidad, una nueva cultura y a nuevos problemas.

Daniel, que siempre pensó que todo lo que podía desear estaba en Badajoz --"lo último que me planteaba era marcharme"--, es ahora, con 25 años, empleado de la filial británica del Banco Santander en Inglaterra. Aquel año estudiando en Portugal, donde llegó sin conocer el idioma ni las costumbres, ha cambiado su vida. "Irte al extranjero implica asumir una aventura, unos retos: superar la soledad, el desconocimiento de una cultura, la barrera del idioma, las dificultades económicas, un sistema universitario diferente, alejarte de las comodidades que hay en casa...", explicó ayer en la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres, donde la Uex organizó una jornada --bajo el título Erasmus, construyendo Europa -- para animar a los universitarios de la región y a los extranjeros que estudian en Extremadura a disfrutar de la experiencia.

Para Daniel, ser erasmus compensa: "Porque te aporta conocimiento de idiomas, una mente más abierta, madurez, sencillez, humildad... Es un valor añadido. Te hace pertenecer a un grupo de alumnos que tienen algo que no poseen los demás. Mi vida actual se explica en un 60% por mi experiencia internacional".

El programa de movilidad Erasmus, que con el paso de los años se ha ampliado a personal docente y de administración, ha cumplido ya dos décadas desde su puesta en marcha (1987). En este tiempo 3.500 estudiantes extremeños han podido estudiar en alguna de las 200 universidades extranjeras que tienen convenio con la Uex y unos 3.200 universitarios de medio mundo han cursado parte de su formación superior en la región.

Abre nuevas puertas

Marisa Montero, profesora del departamento de Filología Hispánica en Cáceres, fue una de las primeras extremeñas en participar en este programa y la primera en la universidad de Marburgo (Alemania) hace 17 años. "El choque cultura fue brutal. No sabía alemán ni inglés y me metí en una residencia con 20 compañeros, cada uno de una nacionalidad diferente", relata. Pero se sobrepuso y ahora asegura que es la experiencia más enriquecedora de la vida: "Te haces más tolerante, valoras más lo que tienes y ganas bagaje vital, conocimientos de idiomas, otros métodos de enseñanzas, e incluso nuevas posibilidades de investigación y trabajo". De hecho, ella realizó su tesis doctoral a caballo entre España y Alemania y ha sido profesora de castellano en Innsbruck (Austria): "Si no fuera por la beca Erasmus nunca lo habría conseguido".

Ana Vega, que hoy es gerente de Fomento de Emprendedores de la Junta, también superó los retos de la formación en el exterior, aunque con el programa Comet, similar a Erasmus. Titulada en Ciencias Económicas por la Uex en 1989, se planteó hacer prácticas en Inglaterra y, casi de la noche a la mañana, se encontró buscando trabajo en tierras británicas sin tener ni idea del idioma. Tras tres meses de entrevistas y clases de inglés, encontró una empresa que compraba pizarra en el mercado español y se ofreció como enlace. Poco tiempo después, tras superar muchas dificultades, le ofrecieron dirigir los negocios de esta compañía en España. "Y con 23 años me embarqué en una aventura empresarial con socios de allí. La principal experiencia de estas becas es que te tienes que enfrentar a retos nuevos cada día".

Para solucionar esas trabas, la Uex ha creado un nuevo portal web para los erasmus de la Uex --aún no está disponible-- con todo tipo de información y la posibilidad de compartir fotografías, experiencias y consejos.