Ayer recibieron sepultura en el cementerio de Jaraíz de la Vera los restos mortales del niño de diez años de edad que falleció en la tarde del pasado martes al caer a una poza de la finca La Gargantilla, propiedad de J. M. T., quien al parecer se encuentra muy afectado por el trágico percance.

El puesto de la Guardia Civil de la citada localidad, tuvo conocimiento del suceso hacia las 17.40 horas del martes, siendo levantado el cadáver alrededor de las 20.15, según informó ayer la Subdelegación del Gobierno.

Previamente los servicios médicos desplazados al lugar del siniestro llevaron a cabo varios intentos para reanimar al pequeño, sin conseguirlo.

De otro lado, a falta de conocer los resultados de la autopsia, se barajan diversas hipótesis acerca de la muerte del menor, ya que aparte de por ahogamiento, pudo producirse por traumatismo, o por congestión, dada la baja temperatura del agua.

A este respecto algunas fuentes aseguraron que el niño, que se encontraba en compañía de otro menor, cuando cayó a la charca, sabía nadar, "y el agua no le cubría". Por último el accidente ha causado una gran conmoción en la comarca.