El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas, alertó ayer de un aumento en la automedicación debido al uso de internet. Venegas indicó que el gran volumen de información --más o menos rigurosa-- sobre enfermedades y tratamientos que puede hallarse en la red hace que muchos pacientes acudan a la farmacia reclamando un determinado medicamento "que les prescribe el doctor Google", en referencia a que los datos se obtienen a través de buscadores.

Según señaló, "se empieza a banalizar el medicamento" y las personas que acuden a la botica "ya creen saberlo todo de todo porque lo han visto en internet", confundiendo "información con formación".

La advertencia de Venegas tuvo lugar durante la presentación de la campaña La receta médica, garantía para tu salud , promovida por los colegios de farmacéuticos extremeños y la Consejería de Sanidad y Dependencia, acto en el que también estuvo presente el presidente de los boticarios cacereños, Pedro Claros.

Precisamente, Claros comentó que la campaña tiene como finalidad concienciar a la población de que la receta médica no es un mero documento administrativo, sino la garantía de un acto del que se responsabiliza el médico al considerar, tras un diagnóstico y un análisis profundo, que va a ser el medicamento, en las dosis y duración del tratamiento prescritas, que resuelva el problema a un determinado paciente".

El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cáceres explicó que hay que distinguir entre aquellos medicamentos que no necesitan receta, por tratarse de compuestos que pueden causar pocos problemas de salud, y los que sí precisan de esta receta, que son aquellos que mal utilizados pueden derivar en graves daños. Por eso, hizo un llamamiento a los pacientes para que no presionen al boticario para que les entregue medicinas sin receta.

PROBLEMAS DE SALUD En este sentido, Venegas alertó de que se consumen fármacos ansiolíticos, diuréticos, anticonceptivos o antibióticos sin control médico, y que todo tiene consecuencias. Así, explicó que tomar por libre ansiolíticos puede derivar en problemas psiquiátricos y en situaciones de dependencia. Mientras, alertó de que muchas jóvenes "sobre todo en la franja de edad de 17 a 25 años" toman diuréticos para adelgazar "sin ser conscientes de que pueden causar daños" como la pérdida de sales y afecciones renales.

En cuanto a los anticonceptivos, apuntó que "todos, pero muy especialmente la píldora del día después, por su carga hormonal son auténticas bombas terapéuticas" y un consumo sin prescripción puede acarrear efectos secundarios como hemorragias.

Con todo, Venegas y Claros coincidieron en que es el mal uso de los antibióticos el que más problemas acarrea. Claros explicó que en los casos de diuréticos, ansiolíticos y anticonceptivos, "es el que los toma el que se arriesga a sufrir problemas de salud", pero en el caso de los antibióticos "su mal uso nos afecta a todos, porque si alguien los utiliza mal y generan resistencia, ese efecto se manifestará en muchas personas, que se verán afectadas por un determinado microbio que ya no puede ser combatido con los antibióticos que existen".

De ahí que la campaña persiga, tanto el que no se tomen medicamentos sobrantes de otros tratamientos que se hayan guardado en casa, como, sobre todo, que "no se presione ni al médico ni al farmacéutico" para que den un determinado fármaco, "y también que cuando un médico prescriba un tratamiento, se sigan sus indicaciones, y no se deje de tomar la medicina al desaparecer los síntomas, que es lo que genera los excedentes que van luego al botiquín".

Venegas indicó que no hay datos sobre qué población extremeña se automedica, pero que el índice es similar a la media española. En este sentido, cabe señalar que los últimos estudios realizados apuntan a que una de cada cinco personas recurre al botiquín casero para consumir medicinas que guardan de otra ocasión en la que padecieron una enfermedad parecida , mientras que un 16% logra fármacos sin receta.