Los farmacéuticos pedirán desde enero la tarjeta sanitaria a todos los extremeños que quieran adquirir medicamentos, con lo que será obligatorio presentarla en la farmacia, al igual que sucede cuando se acude a una consulta médica. El objetivo es que la Administración "pueda hacer un uso más racional del medicamento y sepa quién ha prescrito, quién ha dispensado y quién ha consumido" las medicinas, según explicó ayer Pedro Claros, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cáceres.

Esta no es una medida nueva, reiteró, pero "se ha llevado con relajamiento" y a partir del 2003 tendrá carácter obligatorio, como se establece en el convenio firmado recientemente entre el Servicio Extremeño de Salud (SES) y los colegios de farmacéuticos extremeños. Desde enero, los usuarios que vayan a las farmacias deberán pasar su tarjeta sanitaria por una máquina para que así quede registrado "quién ha prescrito, quién ha dispensado y quién ha consumido", reiteró.

Por otro lado, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas, indicó que los médicos "debe adquirir la cultura de prescribir por principios activos y no por marcas", en relación a la invitación del SES a que los profesionales sanitarios receten sin incluir marcas y sea el farmacéutico el que dispense el medicamento con ese principio activo que sea más conveniente para el paciente. A este respecto, Claros señaló que no se trata de una medida "de ahorrar por ahorrar, sino de repartir mejor los recursos del sistema".

RECICLAJE

Asimismo, destacaron que otro sistema para ahorrar es el reciclaje de medicamentos estén caducados, en desuso o sin clarificar, que se depositan en los contenedores que hay en las farmacias para que sean eliminados mediante un tratamiento respetuoso con el medio ambiente. En un año, se han recogido una media de 30 kilos al mes en cada una de las 780 farmacias extremeñas.