Proteger a la Unión Europea en un momento marcado por el ‘brexit’ y el aumento del euroescepticismo, y generar un sentimiento de pertenencia en la ciudadanía son algunos de las reivindicaciones que ayer se lanzaron en el foro ‘Tus recetas para el futuro de Europa’ que se celebró en Mérida. Son mensajes en los que han coincidido los secretarios de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, y para Política Territorial, Ignacio Sánchez Amor, junto al presidente extremeño y miembro del Comité Europeo de las Regiones, Guillermo Fernández Vara, en la apertura de estas jornadas.

Organizadas por el Comité Europeo de las Regiones y la Junta de Extremadura, con la colaboración de la Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, están dirigidas a más de un centenar de jóvenes que participan en mesas de debate en torno al medioambiente, la energía, la investigación, la movilidad, la inmigración, la economía y lo social.

A todos ellos, Aguiriano les ha invitado a trasladar sus propuestas en un escenario en el que «nos corresponde proteger a Europa, para que Europa pueda proteger mejor a sus ciudadanos». Más aún, dijo, en un momento marcado por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y las elecciones europeas del 26 de mayo, y por la apertura de una nuevo ciclo político en el que hay que definir un marco presupuestario para los próximos ocho años.

A todo ello ha sumado el aumento del euroescepticismo en los últimos años, pero también de los populismos y los hipernacionalismos, «que creen que con recetas grandilocuentes van a arreglar todos los problemas».

Se asiste además, adviritó el secretario de Estado, a un mundo «convulso» en el que Europa necesita consolidarse como «potencia geopolítica» para poder tener peso en las relaciones con Estados Unidos, Rusia, China y el sudeste asiático. Ante a ello, ha abogado por hacer balance del acervo comunitario para poner en valor las conquistas conseguidas.

SENTIMIENTO COMÚN /Por su parte, Fernández Vara lamentó que durante los años de construcción europea «no hemos sido capaces de tener un sentimiento común», pues se han compartido moneda o política agraria, entre otras, pero no se ha descendido «al nivel de lo pequeño, de la vida de la gente». «No le hemos dado importancia a lo que de verdad lo tiene», indicó el presidente que, por contra, puso como ejemplo las relaciones que Extremadura ha tejido con Portugal. Frente a quienes quieren una Europa «dividida y débil», abogó por trabajar por una Europa fuerte que reivindique el eje Berlín-París-Madrid-Lisboa y que diseñe políticas que permitan que la ciudadanía «se sienta parte de algo común».