La Asamblea de Caval aprobó la semana pasada elevar a la Fundación de Relaciones Laborales de Extremadura el conflicto generado a raíz de la baja solicitada por 30 socios y que haría cuesta arriba afrontar la deuda que arrastra la cooperativa de Valdelacalzada. En concreto, se modificó un artículo de su estatuto para poder recurrir a este sistema de solución extrajudicial de conflictos laborales. El secretario de la Junta rectora de Caval, Juan Miguel Gasco, ha explicado a este diario que, con esta mediación y arbitraje, se evita "ir a los juzgados, cinco años de pleitos, y al final para nada porque la deuda sigue estando ahí".

María Lozano, socia de la cooperativa, también ha lamentado esta situación puesto que con su marcha se pierden muchas hectáreas. Según ella, la cooperativa pasaría de tener 850 hectáreas --las necesarias para que la producción sea viable-- a unas 650. Además, ha confiado en que la Fundación de Relaciones Laborales "tome medidas y exija a los socios cumplir el compromiso que adquirieron con las entidades financieras de permanecer tres años". Igualmente, cree que "otros muchos socios están al acecho para marcharse".