Vuelve la esperanza a la Siderúrgica Balboa. A última hora de la tarde de ayer el Grupo Gallardo anunció que acepta el arbitraje propuesto horas antes por los trabajadores. Ambas partes llegan así a un nuevo acuerdo, tras un mes de desencuentros, que podría salvar la mayor industria de la región del cierre anunciado para el próximo martes. "El empresario se suma a la buena voluntad expresada por la plantilla, comité de empresa, sindicatos y Gobierno de Extremadura para resolver el conflicto laboral", señala el grupo en una nota.

Este pacto se cerró ayer durante una reunión en la que se acordó también la persona que realizará ese arbitraje: Gonzalo González Tejedor, jefe de la Inspección de Trabajo de Cáceres, será el encargado de dictar la solución a este conflicto, que será vinculante. Era la propuesta que llevaba el comité y que aceptó la empresa en la misma reunión de ayer. Se trata de un mediador con experiencia en diferentes asuntos, entre los últimos, el convenio de la construcción en Cáceres. "Es el mediador oficial en la Fundación de Relaciones Laborales, un hombre con mano izquierda que decidirá lo mejor para evitar el cierre", señala Miguel Angel Rubio, secretario de la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT.

Acercadas las posturas, el siguiente paso es solicitar oficialmente el arbitraje a la Fundación de Relaciones Laborales, comunicar al árbitro su labor y si la acepta, comenzar a recabar toda la información para tomar una resolución en los próximos días. Esta figura debe consultar toda la documentación disponible, el plan de viabilidad, la alternativa propuesta por los trabajadores y reunirse con las dos partes por separado antes de dictar una resolución final.

Mientras ésta llega, el Grupo Gallardo, según los sindicatos, se compromete a reactivar la producción de la siderúrgica, parada desde el pasado lunes, en el menor tiempo posible y recuperar la normalidad de los turnos laborales. Los representantes sindicales, por su experiencia, aseguran que los arbitrajes no suelen satisfacer a ninguna de las dos partes, pero consideran que la resolución no puede diferir mucho de los planteamientos que están sobre la mesa. Todos se muestran esperanzados en este nuevo capítulo de un conflicto que mantiene en vilo a la comarca de Jerez de los Caballeros y a gran parte de la región. "Es el mal menor con el objetivo de salvar más de 400 puestos de trabajo y la actividad industrial en la región, que tanto escasea", señala Rubio. "Este arbitraje supone que todos siguen apostando por el empleo, por la industria y porque la comarca no se venga abajo", valora Melitón Rodríguez, responsable de Industria de CCOO.

Este nuevo giro en el futuro de la planta llega después de que los trabajadores decidieran en una asamblea el pasado martes proponer a la empresa mejoras en el plan de viabilidad que ya había rechazado la plantilla mayoritariamente. Con esta nueva propuesta empresa y comité volvieron a sentarse el miércoles para retomar el diálogo, pero el Grupo Gallardo desechó la posibilidad de mejorar las indemnizaciones por despidos y suavizar las rebajas salariales. Tras la negativa, los trabajadores volvieron a celebrar una nueva asamblea para agotar sus últimos cartuchos. Ayer decidieron en una votación proponer un arbitraje. La medida de la plantilla salió adelante con 398 votos a favor y 52 en contra. Tras esta nueva propuesta, las partes volvieron a reunirse ayer por la tarde y en este encuentro llegó el acuerdo que no se ha logrado hasta el momento. Ambas aceptan el arbitraje y en la misma reunión acuerdan el árbitro. La solución está más cerca.