La asociación Ganaderos del Reino mostró ayer la "preocupación" del sector tras un 2015 "muy seco", lo que podría repercutir económicamente si en los primeros meses de 2016 no se registran precipitaciones. Su presidente, Enrique de Muslera, mostró la necesidad de que llueva "mucho" en los meses de enero y febrero, no solo para reducir los costes en alimentación complementaria, sino también para evitar problemas futuros de suministro de agua al ganado.

A una primavera de 2015 poco lluviosa le siguió un otoño "muy seco", lo que obligó al sector a facilitar más alimentación complementaria al ganado. El sector vivió durante muchas fases de 2015 de las "rentas" de las abundantes lluvias experimentadas en otoño del año 2014, una situación de la que ya no se pudo aprovechar desde verano. La ausencia continuada de agua ha provocado un mayor aumento de los costes del ganadero, pues se han reducido el número de días aprovechados para la alimentación natural, y desde verano "ya no se ha dejado" de utilizar heno, paja o pienso.

La escasez de lluvias durante el pasado 2015 también ha afectado a las charcas o arroyos extremeños, espacios naturales de suministro de agua para el ganado. Las charcas están ahora "muy bajas" en toda las fincas ganaderas extremeñas, y por tanto "tiene que llover mucho" durante las próximas semanas para compensar esta situación. Aunque está lloviendo en los últimos días, Enrique de Muslera indicó que estas precipitaciones han afectado principalmente a la mitad oeste de la comunidad, por lo que zonas como la Campiña Sur o La Serena, entre otras, no han recibido apenas agua. En esas zonas no solo falta agua para la vegetación que alimenta al ganado, sino para la fase de "nacencia" de los distintos cultivos, como recordó el presidente de Ganaderos del Reino. Afortunadamente, el sector fue "normal" tanto en producción como en precios durante 2015.